El fuerte chaparrón caído a última hora de la tarde hizo revivir viejos miedos en el centro de Vilagarcía, cuando el nivel del agua en la intersección de Conde Vallellano con Arzobispo Lago se inundó durante unos minutos. Algunos comerciantes, de hecho, intentaron levantar los sumideros, con la esperanza de que evacuase el agua lo antes posible y no siguiese subiendo de nivel. Aún así, los propietarios de un estanco situado en la plaza de Galicia vieron como les entraba algo de agua en el establecimiento, pues en algunas zonas rebasó la altura de las aceras.
Una situación que hizo recordar a muchos las graves inundaciones de noviembre de 2006. En esta ocasión todo quedó en un susto, puesto que la fuerza de las precipitaciones amainó rápidamente, de modo que los desagües ya pudieron absorber todo el agua.
