La naturaleza siempre se abre camino, incluso en los lugares más insospechados y en espacios tan ligados al entorno urbano de los pueblos que poco margen de maniobra dejan a la vertiente medioambiental.
Y eso es lo que sucede en el degradado cauce bajo del río Con, el cual, a pesar de su deterioro, también sirve para dar cobijo y alimento a especies como la garza real, las garcetas y los cormoranes.
Ha vuelto a quedar de manifiesto en los últimos días, cuando estas especies compartieron espacio con los diferentes tipos de anátidas y de gaviotas habituales de este urbanita cauce fluvial, que atraviesa Vilagarcía y que en tantas ocasiones ha sido objeto de todo tipo de vertidos, unos más inocuos que otros.
Lo cierto es que las garzas, garcetas y cormoranes, sobre todo estos últimos, se han dado un auténtico festín estos días a base de pequeñas truchas, lampreas y crías de mújol capturados en el entorno del convento de Vista Alegre.
Las incursiones subacuáticas de estas aves aprovechando la formación de “pozas” durante la bajamar, no pasaron desapercibidas para los patos, ocas y demás residentes habituales de este río.
Los cormoranes también se movieron como pez en el agua bajo la atenta mirada de no pocos ciudadanos que se detenían en el paseo o los puentes de A Xunqueira y Vista Alegre para observar de cerca sus habilidades, muchas veces vistas también en el interior de puertos como los de Vilagarcía, O Grove, Cambados, A Illa y Vilanova.