Los socorristas de las playas con bandera azul de Vilagarcía (A Compostela y O Campanario) intervinieron durante el pasado verano en tres traslados en ambulancia. El caso más desafortunado fue el de un hombre que estaba mariscando en los parques de cultivo de Carril, y que pese a los esfuerzos de los sanitarios, falleció. En otro caso, el traslado se debió a un golpe de calor y, finalmente, fue necesario evacuar a un hombre que sufrió una caída en la rampa de Bamio.

Así consta en la memoria que acaba de presentar el Servicio Municipal de Emerxencias, del que depende la vigilancia de los arenales. En dicho informe se indica que se realizaron 178 intervenciones, siendo la causa más frecuente de las mismas la presencia de perros en la zona de baño y las picaduras de insectos.

En seis ocasiones, los infractores no hicieron caso de los socorristas, por lo que acudió la Policía Local. Además, medio centenar de bañistas acudieron en algún momento por los puestos de vigilancia para realizar curas de heridas, de pequeños cortes o abrasiones. También hubo dos casos de reacciones alérgicas al sol.