La ría de Arousa vuelve a resultar determinante a la hora de reivindicar el papel protagonista de las carpinterías de ribera. Así quedó nuevamente de manifiesto en la jornada de trabajo titulada “Un mar de madera; proyectando el futuro”, llevada a cabo en el Concello de Outes con una destacada participación arousana.
José Garrido, propietario de la conocida firma grovense Astilleros Garrido, fue una de las referencias indiscutibles de ese encuentro, enmarcado en las “XI Xornadas de Construcción Naval en Madeira”.
Se llevaron a cabo de la mano de la Asociación Galega de Carpintería de Ribeira (Agalcari), entidad fundada en 2007 que aglutina a una veintena de empresas y talleres que construyen la mayoría de las embarcaciones profesionales matriculadas en Galicia. Negocios, por cierto, que dan empleo a unas 600 personas, directa e indirectamente.
Fue en ese foro donde el meco y otros como Alberto Lagos, al frente del astillero que lleva su apellido, abordaron los retos de futuro del sector, los cuales pasan, necesariamente, por la implementación de nuevas tecnologías que sean compatibles y complementarias con las técnicas constructivas tradicionales.
De ahí que se hablara, también, sobre la apuesta por el I+D+i como herramienta para mejorar la competitividad, así como de la “industria 4.0 en las embarcaciones deportivas y la carpintería de ribera”.
La economía circular en la construcción naval en madera o el papel de las embarcaciones auxiliares de acuicultura construidas en madera, como ejemplo de economía circular, fueron otros aspectos abordados en estas jornadas con las que Agalcari quiso poner sobre la mesa el modo de afrontar “las dos grandes crisis que padecemos, como son la climática y la del COVID”.
Desde este colectivo consideraron que “la ecoconcepción, los nuevos diseños, la realidad virtual y las nuevas técnicas constructivas empleadas en los astilleros gallegos” bien se merecían esta jornada de trabajo, con la que seguir apostando por la carpintería de ribera, desde el convencimiento de que “hay un nicho importante” para ella cuando combina “economía circular, sostenibilidad y proximidad”.
Como convencidos están, Agalcari y socios como Astilleros Garrido, de que “en un planeta que pide a gritos ser protegido, y con una población cada vez más concienciada en el respeto al medio ambiente, es necesario transmitir al conjunto de la ciudadanía los valores culturales, históricos, ecológicos, sociales y de calidad” derivados de una actividad artesanal como la carpintería de ribera.
Lo creen así porque “tenemos la capacidad y existe la oportunidad” para materializar un futuro esperanzador, lo cual pasa por disponer de “un marco legislativo que no penalice la construcción naval en madera y permita formar en nuevas tecnologías a las generaciones venideras de carpinteros, además de orientar a las gentes del mar y la sociedad en general en nuevos conceptos como la ecoconcepción, ecoconstrucción y econavegación”.
Con el apoyo de Rosa Quintana
Todo ello con el respaldo de la conselleira Rosa Quintana, que en la citada jornada de trabajo celebrada en Outes, y aplazada el año pasado a causa de la pandemia, volvió a dejar patente su firme disposición a arropar al sector de los astilleros.
La titular de Mar incidió en la sostenibilidad del sector, poniendo como ejemplo de su respeto al medio ambiente la capacidad para producir barcos con una mínima huella de carbono y el manejo de materiales cien por ciento reciclables.
Por ello, y para reivindicar la construcción naval en madera y su aplicación en acuicultura y pesca artesanal, Rosa Quintana manifestó que “los astilleros gallegos son más que lugares en los que se botan barcos; se trata, también, de espacios didácticos en los que se realizan visitas guiadas que permiten descubrir la importancia de la tradición pesquera”.
Lo dijo tras recordar que Galicia es la región de Europa con mayor densidad de carpinterías de ribera en activo y más variedad de embarcaciones construidas con madera.
"Plan de la cultura marítima de Galicia-Horizonte 2030"
A lo que añadió que la Xunta “está comprometida con esta actividad, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) del patrimonio inmaterial, como así lo demuestra el ‘Plan de la cultura marítima de Galicia-Horizonte 2030’, el cual contempla la catalogación del patrimonio marítimo-pesquero de la comunidad para adoptar las medidas necesarias para su protección”.
Quintana también hizo hincapié en el papel desempeñado por Agalcari “para dignificar el oficio y velar por la preservación de unas técnicas constructivas que forman parte de la tradición cultural de Galicia”.
No sin antes referirse a los retos que afronta el sector, tales como la necesidad de encontrar relevo generacional y mejorar la formación “para adaptarse a las nuevas tecnologías y materiales innovadores”.
En este sentido, la titular de Mar garantizó que el Gobierno del que forma parte está comprometido con la protección de las carpinterías de ribera, “la transmisión del oficio y la conservación de un saber centenario”.
Motivo por el cual desde 2008 se entregaron a Agalcari más de 250.000 euros, mediante la ejecución de diferentes convenios, “para impulsar actuaciones en el ámbito de la promoción patrimonial, la competitividad empresarial y la organización de actividades de divulgación”, reseñan en Mar.
Por su parte, el director xeral de Comercio e Consumo, Manuel Heredia, quiso destacar el valor de la carpintería de ribera como oficio artesanal y “pilar fundamental” del patrimonio marítimo gallego “con un amplio potencial comercial” que, por tanto, “merece el apoyo de las administraciones públicas”.
