Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Preocupa la escasa protección a la flota conformada por los buques históricos de Galicia

El “Rei do Mar”, amarrado a un “muerto” en la dársena de O Xufre, en A Illa de Arousa. | // NOÉ PARGA

Preservar el legado patrimonial que posee la cultura marítima tradicional siempre ha sido el objetivo de un buen número de colectivos asentados en los puertos gallegos, sobre todo, en la ría de Arousa. Sin embargo, la administración no siempre ha colaborado o facilitado este objetivo, poniendo, en muchas ocasiones, un palo en las ruedas debido al vacío legal que existe al respecto. Este vacío legal parece que ya no lo es tanto después de la aprobación del Reglamento de buques y embarcaciones históricas y sus reproducciones singulares.

La norma publicada el 2 de octubre pasado en el Boletín Oficial del Estado recoge en su preámbulo que viene a llenar ese vacío en la legislación y que se inspira en convenios internacionales como la Carta de Barcelona, promovida por la European Maritime Heritage, de la que Culturmar forma parte.

El nuevo marco legal recoge varias reclamaciones históricas de la flota gallega como el reconocimiento de embarcaciones, clásicas, de época y tradicionales, la creación de un registro de buques o la aplicación de bonificaciones en las tasas.

Xosé Luis Sacau, presidente de Culturmar, reconoce que este nuevo decreto es un importante avance para el reconocimiento de toda la flota tradicional gallega. “Es un punto de partida que llevamos reclamando desde hace años, pero todavía quedan muchos flecos que apuntalar”. Esos flecos que están todavía pendientes tienen que ver con dos cuestiones fundamentales para las embarcaciones tradicionales: la antigüedad de más de 40 años y la ausencia de uso social.

En lo que respecta a la primera de estas cuestiones, Sacau apunta que “no tiene sentido que se establezca un criterio de antigüedad, por lo menos no para esta flota, porque muchas de las embarcaciones son réplicas relativamente nuevas de tipologías extintas y se quedarían fuera de este reconocimiento; nosotros apostamos por, si es una embarcación tradicional, ya es un bien importante en sí mismo y, por ende, merece ser protegido”. Dos embarcaciones tradicionales que podrían quedarse fuera si no se modifica este criterio serían la xeiteira “Nova Marina” o el “Piueiro”, dos réplicas de tipologías que se encuentran extintas desde hace décadas. Ninguna de esas dos embarcaciones cuenta con una antigüedad superior a los 40 años, pero ambas son un legado patrimonial muy importante para la cultura marítima gallega, especialmente la “Nova Marina”, en torno a la cual se generó todo el movimiento de recuperación de la flota tradicional a principios de los 90.

"Hay cientos de dornas y cada una de ellas es una pieza única porque responde a la maestría en la construcción del carpintero "

José Luis Sacau - Presidente de Culturmar

decoration

Un buen número de dornas, la tipología más común en las costas gallegas, también pueden quedarse fuera de ese reconocimiento. Sacau apunta que “hay cientos de dornas y cada una de ellas es una pieza única porque responde a la maestría en la construcción del carpintero de ribeira que la haya hecho, con sus especificaciones, o incluso a las necesidades del armador”. Todas ellas son piezas únicas que no se recogerían en el decreto, de ahí la importancia y la necesidad de que sean reconocidas por la normativa todas las que sean tradicionales de forma automática.

Patrimonio inmenso

El segundo punto, el uso social es fundamental para el colectivo ya que todas las asociaciones que lo integran organizan actividades de todo tipo para dar a conocer la gran riqueza patrimonial que posee la costa gallega, donde se reúnen más de una veintena de tipologías de pequeños barcos y embarcaciones que poblaron las aguas de las rías durante siglos de historia, hasta la llegada del motor y del poliéster, que supusieron la desaparición de muchas de ellas, que ahora están en fase de recuperación.

De hecho, muchas asociaciones de la costa gallega sobreviven realizando actividades turísticas o de navegación, dinero que se reinvierte en el mantenimiento de la flota, que no es precisamente barato, sobre todo, si a eso se le añaden las tasas portuarias. Un barco de más de 18 metros de eslora, como puede ser el “Rei do Mar” de A Illa, supone un desembolso de más de 20.000 euros anuales en mantenimiento, algo a lo que muchas asociaciones no pueden hacer frente. “El mantenimiento va por subvenciones o con recursos propios de las asociaciones, pero las más pequeñas no podrían hacer frente al coste y para las que tienen una flota grande, pronto se convertiría en inviable”. En estos momentos, la asociación que cuenta con un mayor número de embarcaciones es Dorna, de A Illa de Arousa.

Gastos exagerados

Cuenta con un lugar donde guarecer las pequeñas dornas, pero carece de amarres adecuados para los barcos de gran porte, como es el caso del “Rei do Mar”, que se ve obligado a permanecer amarrado en un “muerto” en la dársena de O Xufre al resultar inviable económicamente hacer frente a las tasas que impone Portos de Galicia.

“Son dos aspectos que deberían haber sido recogidos en fase de consulta, pero no lo fueron de manera decidida, por eso, sin ser un mal decreto, creemos que todavía adolece de cierta visión de futuro”, explica Sacau. Insiste en que “nosotros éramos un poco más ambiciosos, pero el decreto no da garantía plena de que la flota de embarcaciones tradicionales gallega tenga un futuro optimista”.

Sacau insiste en que las administraciones deben comenzar a contemplar el patrimonio marítimo como un todo, con un enorme valor y con grandes posibilidades, desde culturales a turísticas. “Perder todo este patrimonio, lleno de una riqueza que no existe en otro punto marítimo, sería irreparable e imperdonable para esta sociedad”.

Mariñas Tradicionais en los muelles con una mayor riqueza patrimonial

Un lugar en el que asentar toda la riqueza patrimonial que poseen las asociaciones y convertirlo en un museo flotante para que todo el mundo pueda conocer el legado que posee la cultura marítima tradicional. Ese es el objetivo con el que Culturmar quiere implantar las Mariñas Tradicionais en todos los puertos, “un deseo que tenemos desde hace muchos años, dar a conocer la riqueza patrimonial y promoverla, como promovemos la catedral de Santiago de Compostela”. Esas necesidades se van materializando, pero todavía surgen muchas dificultades, como el abono de tasas portuarias ya que, al no existir un censo de embarcaciones históricas o tradicionales, que debe elaborar Cultura. Portos entiende que las que amarran en ellos no lo son y les aplica tasas para la séptima lista. Sacau insiste en que “con un poco de inversión y ambición política tendríamos algo inigualable en Europa, enseñando las más de veinte tipologías que existen y con disponibilidad para navegar; son un modelo novedoso y viable si la administración se implica”. Es por eso que Culturmar ha iniciado una serie de reuniones con los grupos parlamentarios para abordar el futuro de las Mariñas Tradicionais, unas reuniones que se han visto avaladas por la intención de Cultura de reactivar la elaboración del censo.

Compartir el artículo

stats