Las iglesias de San Miguel de Valga, la Igrexa Antiga de Pontecesures, la de Santa Mariña de Carracedo, la de Santa María de Caldas, la de Santa Mariña de Arcos da Condesa o las iglesias de San Cristovo de Briallos y la de San Breixo de Barro han sido incluidas en el convenio firmado por el Arzobispado de Santiago con la Xunta de Galicia que financiará rejas para que estos templos del Camiño Portugués queden siempre abiertos a los peregrinos.
El convenio fue firmado por el obispo auxiliar José Prieto Fernández con el vicepresidente de la Xunta Alfonso Rueda y el ecónomo diocesano Fernando Barros.
En el convenio para la instalación del enrejado se establece la posibilidad de que “los peregrinos tengan la oportunidad de contemplar el interior de los templos”.
En este sentido, el ecónomo diocesano subrayó que gracias a este convenio de 100.000 euros “podemos poner a disposición de peregrinos, en particular, y de turistas en general, este patrimonio para que pueda visitarse el mayor tiempo posible”.
Y añadió que este convenio “representa una novedad, en este año, con el objetivo de reforzar las actuaciones con motivo del Año Santo”, que en esta ocasión se prolongará durante todo 2022, resaltó el obispo.
