La Sareb ha sido designada propietaria de cinco pisos y un bajo comercial en el edificio Picasso, un inmueble situado frente a los Juzgados de Cambados, y que no llegó a estrenarse. La sociedad, popularmente conocida como el “banco malo”, solo pagará por estos inmuebles 391.000 euros, lo que significa una media de 65.250 por cada uno.
El Juzgado 1 de Cambados sacó a subasta a principios de este año un total de siete viviendas y un bajo. Pero la puja despertó poco interés, y únicamente se adjudicaron dos a particulares. Se trata de un piso de 72 metros cuadrados, que el licitador ha comprado por 70.000 euros, y de un estudio de 45 metros cuadrados que ha sido adquirido por 49.600.
Todas las demás propietarios no recibieron más puja que la del Sareb, que ofertó por ellas el 50 por ciento de su precio de tasación, de ahí que obtenga estos inmuebles por unos precios muy ventajosos.
Los peritos tasaron en su día el local comercial en 133.000 euros, y las viviendas entre los 99.000 y los 150.000, según su ubicación y sus dimensiones. De este modo, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (siglas de la Sareb), se hará con estas propiedades gracias a cuantías que oscilaron entre los 52.600 euros del piso más barato y los 74.650 del inmueble de mayor valor. El edificio se encuentra frente a los Juzgados, en la calle Emilia Pardo Bazán, en cuyas proximidades están también el Registro de la Propiedad, la oficina de empleo y el futuro cuartel de la Guardia Civil.
La crisis de 2008
El promotor del edificio fue víctima de la crisis de 2008, que significó la caída de un buen número de pequeñas empresas inmobiliarias y de la construcción. La sociedad firmó un préstamo de más de un millón de euros con una entidad bancaria a finales de 2007, pero posteriormente se vio incapaz de pagar la deuda, por lo que el banco se hizo con la construcción.
Le cedió entonces la deuda a la Sareb, y cuando se inició el proceso judicial de subasta, el impago ya sobrepasaba los 1,4 millones de euros, entre el principal y los intereses. Se da la circunstancia de que esta subasta no ha servido para que el promotor abone toda la deuda, puesto que entre las ocho adjudicaciones apenas se supera el medio millón de euros, con lo que aún debe más de 600.000.
