La riqueza natural que esconde A Illa en el parque de Carreirón no se limita solo a aves y plantas. En ese espacio, sobre todo en las inmediaciones de la laguna, se localizan especies de anfibios y reptiles, especies animales cuya presencia suele ser un buen indicador del estado en que se encuentra una zona con respecto a la contaminación. Esa riqueza va a ser recogida en un atlas gracias al esfuerzo de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), entidad que está contando con el apoyo de los alumnos del instituto de A Illa y del Concello. La mayor parte de las poblaciones de anfibios se localizan en el entorno de la laguna del parque natural mientras que los reptiles tienen un espacio mucho más amplio.

Lagartixa galega

La iniciativa se puso en marcha gracias a Moisés Asensi, responsable de herpetología, la ciencia que estudia estas especies, de la Sociedade Galega de Historia Natural. Desde hace unos meses se han instalado en Carreirón ocho tableros de contrachapado, con permiso de la Xunta, que sirven de refugio a ciertas especies y que permiten identificarlas y hacer un seguimiento sobre ellas.

Lagarto Arnal

Los ocho tableros se han instalado en el parque natural, pero no se descarta que, en los próximos meses, se instalen más en el resto del municipio para realizar un estudio mucho más completo. Además, la función de los alumnos del IES sería la de ayudar a localizar e identificar los individuos de las diferentes especies.

Sapo de Esporóns, del que se teme que haya podido desaparecer.

Sapo de Esporóns, del que se teme que haya podido desaparecer.

Desde que se puso en marcha el proyecto, se ha confirmado la presencia de siete especies de anfibios y otras siete de reptiles, a los que se pueden sumar alguna más que está pendiente de confirmación. El estudio también ha arrojado datos sobre lo que falta, es decir, sobre posibles especies que han desaparecido. Un ejemplo de ello es el “sapo de esporóns”, una especie que está en peligro de extinción en toda Galicia y del que había alguna cita en los años 90 en A Illa pero que no ha vuelto a ser visto.

Limpafontes Verde

Es cierto, explica Asensi, que “se trata de una especie nocturna difícil de detectar y todavía hay esperanzas de que quede algún individuo, aunque parece difícil”. También hay otra especie de la que existen muy pocas citas en estos últimos años, la “píntega común” o salamandra que, en las islas gallegas, están protegidas porque se encuentran en regresión. En lo que respecta a los reptiles se han detectado siete especies, todas ellas inofensivas, incluso las tres especies de cobra que se han identificado.

A diferencia de la flora, no suele haber especies invasoras, salvo que sean introducidas de manera accidental o adrede. De todas las citas y referencias de las que se tiene constancia en A Illa, tan solo apareció una cobra que no existe en toda Galicia y que pudo haberse escapado de alguna casa o haber sido arrojada en la zona.

Estroza

Estroza

Asensi se está encargando de recoger todos esos datos y elaborar el atlas que podrá estar elaborado en cuatro años, dependiendo siempre de los datos que se vayan obteniendo. “Suele llevar unos cinco años de trabajo aproximadamente; nuestra intención es que sea un trabajo actualizado. Pondremos referencias a especies que había hace años, pero el objetivo es centrarse en aquellas que se pueden encontrar en la actualidad”, explica Asensi.

Una de las planchas de contrachapado utilizadas para localizar reptiles

En todo este tiempo, una de las cuestiones que le ha llamado la atención es la gran riqueza y variedad de especies que se pueden encontrar en A Illa, muy superior a la que hay en otras islas.

Rá das Veigas

“En Ons, consta que existen tres especies de anfibios y siete de reptiles, mientras que en Cíes hay dos de anfibios y siete de reptiles, por eso las siete de cada que existen en A Illa demuestran que las poblaciones han sobrevivido bastante bien”.

Serpe Riscada