La comunidad educativa del IES As Bizocas, en San Vicente de O Grove, vuelve a dar ejemplo en materia de educación y concienciación medioambiental. Este curso con un nuevo proyecto basado en la sostenibilidad y la salud que “parte de la premisa de que la salud de la naturaleza es imprescindible para la nuestra”.
Así lo presentan Raquel González y demás responsables de la iniciativa, en la que se incluyen acciones reivindicativas que, por ejemplo, les llevan a pedir al Concello de O Grove que declare el “estado de emergencia climática, asumiendo la verdad sobre la crisis climática que nos afecta a todos”.
Una reivindicación planteada también con motivo de la “huelga mundial por el clima”, cuando la comunidad educativa expuso sus demandas dirigidas a los gobiernos local, autonómico y estatal.
Se hace así al tiempo que se solicita al gobierno grovense que haga lo necesario para lograr el autoabastecimiento de los edificios públicos “mediante energías limpias como la solar”, animándolo, del mismo modo, a “crear zonas verdes con árboles autóctonos y a reforestar las zonas taladas”.
En la misma línea, el IES As Bizocas pretende que la Administración local siga apostando por dar prioridad a los peatones frente a los vehículos, favoreciendo también el uso de la bicicleta a través de la creación de más ciclovías y dotando a los dos institutos mecos de “aparcabicis”.
Puestos a reclamar, alumnos y profesores se inclinan por promover el transporte público e instalar estaciones de recarga de coches eléctricos alimentadas con paneles solares.
“La especie humana no es todopoderosa ni podemos vivir de espaldas a la naturaleza, porque ella no nos necesita, pero nosotros sí necesitamos una naturaleza sana”
Así como por aumentar el número de colectores de recogida selectiva en zonas como San Vicente.
Todo ello, como queda dicho, son propuestas dirigidas al gobierno de José Cacabelos, al que invitan, igualmente, a “planificar el urbanismo de forma ordenada, de forma que sea posible ahorrar energía en los servicios de abastecimiento de agua y luz, recogida de basuras, asfaltado de viales y demás”.
La relación de peticiones al Concello se completa con la defensa de un uso racional del alumbrado público, “empleando luces led y sensores de presencia para no despilfarrar la energía”.
Sin olvidar la necesidad de “hacer más educación ambiental para niños y adultos, para que todos nos hagamos más conscientes y actuemos para frenar esta grave crisis”.
"Si los gobiernos de todo el mundo reaccionaron ante la crisis sanitaria provocada por el COVID y tomaron medidas drásticas y urgentes, también pueden reaccionar con la misma urgencia para hacer frente a la emergencia climática”
En cuanto a las peticiones dirigidas a la Xunta de Galicia y el Estado, el IES As Bizocas plantea “cerrar definitivamente las centrales eléctricas que funcionan con carbón y derivados del petróleo; poner límites al tráfico aéreo, limitando los vuelos prescindibles y evitando promover la ampliación de aeropuertos; promover energías limpias que favorezcan el autoabastecimiento de las viviendas; y fomentando el transporte público y el uso de coches eléctricos recargados con energía solar”.
A mayor abundamiento, la comunidad educativa insiste en la conveniencia de mejorar la red de carriles bici en carreteras dependientes de la Xunta o el Estado; eliminar los vehículos que funcionan con derivados del petróleo y prevenir los incendios forestales mediante la aplicación de medidas como la eliminación del exceso de eucaliptos.
A esto se suman propuestas como “limitar la ganadería intensiva de vacas, que emite enormes cantidades de metano; frenar el consumismo promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje; ayudar a los países menos desarrollados, que son los que más sufren las consecuencias de un cambio climático que ellos no generaron; y crear y cuidar espacios protegidos”.
Dicho todo esto, en As Bizocas consideran que "si los gobiernos de todo el mundo reaccionaron ante la crisis sanitaria provocada por el COVID y tomaron medidas drásticas y urgentes, también pueden reaccionar con la misma urgencia para hacer frente a la emergencia climática”, partiendo de la base de que “el deterioro de ecosistemas y biodiversidad aumenta la probabilidad de aparición de nuevos virus y pandemias”.
Dicho de otro modo, que “la especie humana no es todopoderosa ni podemos vivir de espaldas a la naturaleza, porque ella no nos necesita, pero nosotros sí necesitamos una naturaleza sana”.
