Su paso por A Illa es algo que no se olvida por su enorme vistosidad. El “Azart”, un barco centenario totalmente pintado de azul y cuya tripulación la formaban artistas que creaban todo tipo de espectáculos al arribar a los más de 200 puertos en los que se detuvieron durante los últimos treinta años. Sin embargo, la pandemia de coronavirus y la enfermedad de su capitán, el holandés August Dirks, se llevó por delante el proyecto del “barco dos tolos” que tanto impresionó a A Illa en las dos paradas que hizo. La centenaria embarcación se encontraba amarrada en el puerto ecuatoriano de Esmeraldas cuando le sorprendió el confinamiento. Dirks se quedó en la zona, pero se le detectaría una grave enfermedad y, sin él, el proyecto que puso en marcha el “Azart” hace treinta años no tenía sentido. Dirks fue el último en abandonar la embarcación el pasado mes de junio.
Así, el centenario barco acabará convertido en un centro sociocultural en la ciudad ecuatoriana de Manta. La asociación “Azart” y el “Theatre Embassy” de Holanda seleccionaron Ecuador y la ciudad de Manta, en la provincia de Manabí, a través de un concurso entre varios países de Suramérica con el fin de darle una nueva vida. El proyecto seleccionado fue el de la asociación “Humor y vida”. La organización ha puesto en marcha un “crowdfunding” mientras pone en marcha las tareas de varamiento. El barco ha comenzado a ser trasladado a una zona de la playa de San Mateo, una pequeña comunidad de pescadores de unos 7.000 habitantes. Allí permanecerá esta peculiar embarcación que es patrimonio en Holanda, cuenta con 108 toneladas de peso y 30 metros de eslora.
Un teatro de alta mar
El barco recorrió el mundo durante los últimos treinta años llevando su teatro cómico, en una peregrinación perpetua, por un sinfín de puertos, entre ellos el de A Illa y el de Vilagarcía. En el pequeño municipio arousano siempre ha estado presente, con un halo de nostalgia, recordando el pequeño anfiteatro que colocaron en el muelle de Cabodeiro, o sus recorridos por las calles del municipio anunciando sus espectáculos con Dirks al frente de la “troupe”. Una de las máximas de este espectáculo era contar con artistas locales y así lo hicieron durante su estancia en el municipio arousano, ya que en el espectáculo organizado por los tripulantes del “Azart” participaron Peter Punk y Natalia Pajarito entre otros.
“Nos sentimos muy queridos aquí”.
El capitán del “Azart” también sentía una gran debilidad por A Illa, lugar que descubrió en 1997, su primera parada en el municipio. En agosto de 2017 arribaba a las costas isleñas con la intención de avituallarse y hacer una serie de reparaciones técnicas, pero Dirks no dudaba en reconocer a FARO DE VIGO que la parada no era casual sino por un motivo mucho más emotivo: “Nos sentimos muy queridos aquí”.
Cruzar el desierto en camión
Ya por aquel entonces, Dirks reconocía que la parada en A Illa sería la última ya que el barco partiría con rumbo a Australia a su ritmo, parando en un buen número de puertos para llevar su locura a todos los que quisiesen verla. Camino del país austral se encontraba cuando le sorprendió la pandemia y la enfermedad, que le impidió llevar a cabo su último sueño, el de atravesar con el barco el desierto australiano a lomos de un gran camión, llevando su espectáculo y la cultura a los puntos más recónditos.
Ese objetivo ya no lo conseguirá, pero si consiguió el de hacerse un hueco en el corazón de los vecinos de A Illa, que recuerdan a la perfección la presencia de aquel estrafalario barco de color azul que amarró dos veces en O Xufre y del que salieron todo tipo sueños.
