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O Grove, ventajas e inconvenientes de la masificación turística

Imagen de la playa de A Lanzada utilizada este verano por el Concello de O Grove como ejemplo de masificación. PIO

Ahora que el verano agoniza y se hace balance de la temporada, todos coinciden en señalar que, a pesar de las limitaciones derivadas del COVID, fue una de las mejores que se recuerdan para la hostelería, especialmente en localidades como O Grove.

Pero esa masificación no agrada a todos, y el propio Concello la rechaza cuando se produce en zonas medioambientalmente protegidas.

Observación de aves desde el mirador existente en el aparcamiento de O Redondo (A Toxa). M.M.

Lo cierto es que el tirón que ejerce la localidad meca da lugar a sentimientos enfrentados, ya que mientras resulta una alegría para el sector turístico que la localidad esté a tope, ya que es sinónimo de empleo y riqueza, por otra parte se cuestiona el efecto que la masificación puede tener sobre los espacios naturales.

Buen ejemplo de este contraste está en la propia Administración local, ya que por un lado hace promoción para atraer cada vez a más visitantes y se felicita cuando el pueblo está a tope, mientras que, por otra parte, lamenta las aglomeraciones experimentadas en espacios naturales como el istmo de A Lanzada, Con Negro y tantos otros.

Baste como ejemplo lo apuntado por el Concello de O Grove a través de su Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO), donde acompañando a una foto de la playa de A Lanzada repleta de bañistas, hace constar que “estos espacios de alto valor ecológico no deben convertirse en lugares de grandes aglomeraciones”.

“No todo vale”

Y lo dice porque considera que “no sirve el todo vale, ni por las molestias a la fauna, ni por las afecciones al entorno, ni por la pérdida de calidad de nuestras vacaciones”.

Lo que quiere decir, es que “las aglomeraciones ruidosas y ciegas del turismo de masas, fruto de una egoísta y devastadora política del ‘cuanto más mejor’, devoran los lugares de destino”.

La playa grovense de A Lanzada. Iñaki Abella

Patrimonio natural

Y cuando el PIO, gestionado por la concejalía de Medio Ambiente, plantea esta reflexión, advierte de que las masificaciones “no solo asolan el patrimonio cultural, sino también espacios muy valiosos que forman parte de nuestro patrimonio natural”.

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O Grove, un refugio también en pandemia Manuel Méndez

Esto es, en definitiva, una nueva apuesta por el “turismo de naturaleza y avistamiento de aves” en la que se defiende “un ocio alejado de muchedumbres y gentíos, silencioso, responsable y respetuoso”.

Uno de los accesos a la playa de A Lanzada. Iñaki Abella

Sostenibilidad

De este modo, sugieren el Concello de O Grove y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), “disfrutaremos a la vez de una actividad sostenible y de alta calidad de vida que es, además, la mejor herramienta para educar en el amor y respeto a los animales y la naturaleza”.

Siguiendo este criterio, “todos saldremos ganando, tanto la naturaleza como las personas”, sentencia la concejalía de Medio Ambiente a través de la página web del PIO.

La concejala de Medio Ambiente, Ángeles Domínguez, en una jornada de observación de aves en la isla de A Toxa. M.M.

Buen mes para observar aves desde A Toxa

Cuando el Concello de O Grove se presenta como destino turístico ligado a la naturaleza, hace siempre hincapié en las enormes posibilidades ornitológicas que ofrece. En este sentido, la concejalía de Medio Ambiente reitera que septiembre es un mes excepcional para la observación de aves.

Abundando en ello, el PIO deja constancia de que la isla de A Toxa, “es el lugar idóneo para disfrutar de este espectáculo natural”, pues desde el punto de observación próximo al aparcamiento de autobuses de O Redondo es posible avistar en bajamar “diferentes especies de aves en paso migratorio como patos, limícolas, garzas, espátulas, cormoranes o gaviotas, además de algunos paseriformes en las zonas arboladas del entorno”.

En este enclave, perteneciente a la Reserva Ornitológica de SEO/BirdLife, pueden localizarse con relativa facilidad ejemplares de garceta común o garza real, además de espátula común, ánade azulón, ostrero euroasiático o chorlitejo grande.

El vuelvepiedras, chorlito gris el correlimos común y el tridáctilo, el andarríos chico y el archibebe común son otras especies susceptibles de ser avistadas en esta época del año en el intermareal de A Toxa y la ensenada de O Bao.

Como también el archibebe claro, la aguja colipinta y la colinegra, los zarapitos real y trinador, el gavión atlántico y gaviotas como la sombría, la patiamarilla y la reidora.

A principios de mes, el PIO recomendaba detenerse a observar aves en O Grove y ya advertía de que “en estas fechas nos abandonan muchas especies que solo vienen en el periodo de reproducción a nuestro territorio”.

En este sentido, “el registro de las últimas observaciones de aves comunes como golondrinas, aviones comunes e incluso aves que pasan por nuestra Reserva Ornitológica hacia sus zonas de invierno aporta datos muy valiosos para valorar posibles cambios a largo plazo en sus patrones migratorios”, detallan en el PIO.

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