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Meis vuelve a salir a la calle ante los severos recortes en los servicios médicos

La diputada del BNG, Montse Prado, participó en el acto. Iñaki Abella

El consultorio de Paradela lleva más de un año cerrado; en San Martiño no se han cubierto las vacaciones del médico y la parroquia estará sin atención primaria hasta octubre; más de veinte días de tardanza para una cita médica en atención primaria; y el servicio de pediatría no ha existido durante el verano, obligando a los usuarios a desplazarse hasta Sanxenxo. Estas tres situaciones son solo algunos de los motivos que llevaron a un nutrido grupo de vecinos de Meis a concentrarse ayer ante el consultorio de Paradela. La iniciativa estaba encabezada por el BNG de la localidad, harto de ver como todas sus reclamaciones ante la Xunta no han servido para que un entorno rural como Meis, con un importante porcentaje de población envejecida, recupere “servicios de los que gozaba a finales del siglo XX y que ahora están eliminando en una clara tendencia a favorecer a la privada”.

Vecinos de Meis mostraron su malestar por la situación. Iñaki Abella

Xoan Manuel Vázquez, responsable del BNG en Meis, señala que “la Xunta siempre trata de justificar la ausencia de médicos en un problema estructural, pero es un problema que ha impulsado la propia Xunta, haciendo contratos miserables a los médicos, esa es la política que nos ha traído a esta situación”.

Esta es la segunda ocasión en la que el BNG celebra una concentración a las puertas del consultorio de Paradela, un compromiso que tenía con los vecinos pese a que “somos conscientes de que estamos en vendimia, pero también lo somos de que Meis está cansado de esta situación, de que solo se atienda a nuestros mayores por teléfono o se tarde 21 días en dar una cita médica en atención primaria, de tener que desplazarnos a otros municipios”. Vázquez insiste en que “se habla de ampliar el centro de salud, pero de que va a valer eso si no va a tener médicos”.

Esos recortes, temen desde el BNG, podrían no ser los últimos, ya que una posible jubilación en el consultorio de San Martiño “podría llevar al Sergas a prescindir de este servicio e un municipio muy extenso, obligando a la población a desplazarse a otras zonas de la comarca”.

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