“Creo que conseguimos hacer el mejor Revenidas posible que se podía hacer en esta situación”. El director del festival que este fin de semana inundó Vilaxoán de buena música y ambiente, Xoán Quintáns, hace balance de esta complicada edición debido a la pandemia de coronavirus. “Salimos muy reforzados para asumir una edición esperamos que ya normalizada en 2022”, confía el director.

La organización cifra en más de 7.000 las personas que asistieron a los conciertos y actividades paralelas de Revenidas. El momento más concurrido fue la noche del domingo, con Zoo, Monoulious Dop y Mounqup sobre el escenario, pues se cubrieron las 1.500 plazas de capacidad que tenía el recinto.

Durante cuatro días se celebraron dieciséis conciertos en el recinto portuario de Vilaxoán, seis a bordo del Chasula, cuatro espectáculos en la plaza Rafael Pazos, la ruta guiada de Xurxo Souto, un showcooking y dos sesiones en una discoteca móvil.

El festival generó unos cien puestos de trabajo directos y otros cincuenta indirectos, a lo que hay que sumar “los beneficios que la presencia de esos trabajadores y de los asistentes a los conciertos, llegados de toda Galicia, generaron en la hostelería, alojamientos y otros sectores económicos de la zona”.

Entre las novedades de este año, la incorporación del parque Dona Concha al recinto del festival fue uno de los grandes aciertos, puesto que el público valoró de forma muy positiva el hecho de disponer de un espacio de sombra con mesas y sillas en la “zona gastro”.