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“Tengo que volver a operarme y me dan cita en la Unidad del Dolor para 2023”

La vilagarciana Alejandra Vázquez lleva reclamando desde 2018. Noé Parga

“No quiero una paga, sino volver a mi puesto de trabajo y estar bien”. Alejandra Vázquez Lago es una vecina de Vilagarcía que lleva varios años sufriendo el infierno de vivir con dolor. Tiene 42 años, dos hijos y acumula sucesivas bajas en la fábrica de conserva en la que está contratada a consecuencia de sus graves problemas de columna. “En noviembre hago un año de baja”, comenta sobre esta última. Fue operada en 2017 pero el dolor no ha desaparecido, por lo que ha iniciado una lucha con el Sergas, presentando un sinfín de reclamaciones y acudiendo a Inspección Médica para que le den la cita con el neurocirujano que ella solicita. “En la Unidad del Dolor tampoco me dan el volante y me dicen que la próxima cita con ellos es en enero de 2023”, reza la última queja presentada por Alejandra Vázquez en Atención al Paciente.

En un "infierno" desde 2016

Todo empezó a finales de 2016. “Perdía fuerza en la pierna derecha. Iba por Urgencias al Hospital do Salnés y siempre me decían que era lumbociática. Conseguí que me atendiera un traumatólogo de Povisa y me dijo que tenía el nervio ciático atrapado, y con ese informe me fui a Atención al Paciente en O Salnés. Me mandaron para Urgencias, de ahí a Montecelo y de Pontevedra de vuelta a O Salnés”, narra la afectada.

En mayo de 2017 permaneció ingresada cuatro días en el centro hospitalario de Rubiáns, donde un especialista continuaba diciéndole que “solo tenía lumbociática”. “Me atendieron en Pontevedra y me dijeron que tenía que operarme. Ese año me intervinieron, me pusieron un espaciador en la columna”, prosigue.

Le suspendieron la rehabilitación

Según su relato, el traumatólogo le comentó que la operación había salido bien y la derivaron a Rehabilitación. “Hice varias sesiones y me suspendieron la terapia porque no había fisioterapeutas suficientes en aquel momento. Pero nunca más me volvieron a llamar”, advierte Alejandra.

“Fui a Inspección a Pontevedra y me dijeron que me daban tres meses más de baja porque la intervención todavía era muy reciente. ¿Y cuál fue mi sorpresa? Que esa misma noche recibí un mensaje del INSS de que debía incorporarme al trabajo en tres días"

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Llevaba año y medio de baja, habían pasado cinco meses desde la operación y seguía teniendo dolor. “Fui a Inspección a Pontevedra y me dijeron que me daban tres meses más de baja porque la intervención todavía era muy reciente. ¿Y cuál fue mi sorpresa? Que esa misma noche recibí un mensaje del INSS de que debía incorporarme al trabajo en tres días. Y claro, tuve que volver a la fábrica. Pero a los quince días me desplomé, y otra vez de baja. Ahí puse mi primera reclamación, en el verano de 2018”, expone la vilagarciana.

Varios tratamientos sin éxito

Regresó al traumatólogo le dijo que “estaba todo bien”. “Pedí que me viese el de Montecelo, el que me había operado, y me dice que parece que es de la cadera”. En definitiva, un baile de consulta en consulta sin que nadie elaborase un diagnóstico claro y pusiese fin a su dolor.

El traumatólogo de Pontevedra la derivó en 2019 a la Unidad del Dolor, donde fue atendida por primera vez en junio de 2020. Le pusieron infiltraciones y la sometieron a varios tratamientos, pero sin éxito.

Médico privado

Después de “ver que no me dan soluciones” y desesperada por el dolor que le impide llevar una vida normal, Alejandra decidió ir a un neurocirujano privado, que le realizó unas pruebas “y la única solución es volver a operar” (una rizolisis facetaria lumbar, y si no hay mejoría, una artrodesis instrumentada L4-L5).

El problema es que la vilagarciana carece de medios económicos para la intervención y asegura que su médico de cabecera no le facilita el volante para Neurocirugía (solo para Traumatología), así como tampoco el inspector de Vilagarcía (al cual visitó esta semana). “Lo único que me dice el inspector es que va a intentar adelantarme las citas de Traumatología y Unidad del Dolor”, reza la reclamación, puesto que esta última está prevista para 2023 (si bien por escrito la cita está solicitada pero sin fecha).

“En la Unidad del Dolor me dicen que me hacen las pruebas pero que no me las valoran, por lo que solicito una cita con Neurocirugía de Vigo para de una vez por todas me den una solución y poder hacer vida, ya que llevo desde 2016 con este dolor”, concluye la afectada.

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