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Muros para frenar la erosión del mar

Muro de contención construido en la zona de A Sapeira para evitar la erosión de las mareas y el hundimiento del terreno. Noé Parga

Rodeada de mar por los cuatro costados, A Illa se encuentra a merced de unas mareas que pueden acabar por convertirse en un problema para espacios urbanos. De hecho, en el municipio no es extraño que el efecto de las mareas acabe provocando el colapso de un terreno y que este se venga abajo, abriendo espacios que conquista el mar. Una situación así ocurrió en la zona de A Sapeira, donde la fuerza del agua fue excavando hasta provocar el derrumbe de parte del carril bici que une el puente con el muelle de O Xufre. Taparlo supuso emplear varios camiones de tierra, pero deja abierta la posibilidad de que el mar se lo volviese a llevar, por lo que no quedó otra que buscar una alternativa.

Esa alternativa se convirtió en la construcción de un enorme muro de piedra que bordea toda la playa de A Sapeira (parte del mismo lleva años construido). Además, también se modificó por completo el sistema de pluviales para evitar que se acumulasen en la carretera.

Otra zona en la que el Concello está estudiando una actuación similar es en O Furado. De hecho, se ha contactado con Costas del Estado para manifestarles la necesidad de actuar en toda esa zona, donde el mar ya ha puesto al descubierto las raíces de la primera línea de árboles del pinar. En esa zona existía un paseo de madera que ha sido retirado ante el riesgo de que pudiese acabar derrumbándose por el desnivel, desviando el camino por otra zona. “Creemos que en esa zona debe acometerse también la construcción de un muro, aunque de diferente tipología a la empleada en A Sapeira, mucho más respetuoso con el entorno y con refuerzo vegetal”, explica el alcalde Carlos Iglesias.

El regidor reconoce que en todo el litoral se han registrado problemas importantes con las mareas que obligan a realizar obras como la que se llevó a cabo, en su día, para evitar que toda la plaza de O Regueiro se viniese abajo. “El mar había perforado toda la fachada marítima y amenazaba con provocar todavía más daño, por eso remodelamos toda esa zona gracias a la colaboración de la Diputación de Pontevedra”. En Semuiño también se registraban importantes filtraciones que obligaron a construir un muro de cantería. Donde se está a la espera es en el paseo marítimo de O Cantiño, donde el mar penetra por debajo del mismo y daña los bombeos del alcantarillado y amenaza con acabar dañando una parte de la infraestructura.

En esos lugares, la proximidad de viviendas obliga a buscar fórmulas para evitar que el mar las alcance. En el lado contrario se encuentra la playa de A Canteira do Bao, un espacio donde las mareas vivas provocan que el agua se adentre hasta la zona de la senda peatonal, inundando durante semanas todo este espacio.

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