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Juego y relax terapéutico en la la pista de petanca de Dena

El campo de juego se encuentra a orillas del mar, uno de los puntos idílicos del municipio meañés. | // FDV

Tal fue la afición que algunos comenzaron a demandar un campo específico al Concello. Así, hace cuestión de tres meses, el Ayuntamiento construyó dos campos de juego en el exterior del recinto, en un área inmediata con espectaculares vistas al mar. Así se habilitaron dos pistas adosadas y paralelas de 3 metros de ancho por 12 de largo cada una (estas, junto con las de 4 x 15, son las reglamentarias), y delimitada cada cual por un reborde de piezas prefabricadas en hormigón.

“Es una ocasión para encontrarnos cada día por aquí, hablar de las cosas, y practicar puntería con la bola”, explica uno de los vecinos del grupo de ocho mayores, en gran parte de ellos gente mayor, jubilada, y que mata el gusano rivalizando así con la petanca.

Aficionados a la petanca durante una de sus habituales competiciones en Dena. | // FDV

A la par, uno de ellos abre la partida, lanzando en boliche a una distancia que debe situarse entre 6 y 10 metros del punto de salida, para darse por válido.

Los que llevan un tiempo jugando en las pistas este verano aprovechan para dejar caer sus demandas de mejorarlas: “el firme debería ser de zarzo puro -explica uno de los jugadores-, porque esa superficie amortigua la bola y hace que ruede de forma más regular, mientras que esta gravilla -comenta mientras señala el firme- lo que hace es que, en ocasiones, la bola corra en exceso”.

Esto y un marcador manual para cada pista en su linde, que apunta otro jugador mientras anota a cada paso con una tiza el tanteador, valiéndose del marco granate de la ventana de la nave, y que al final de la jornada borran con la mano.

Juego y relax en la costa de Dena

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Beneficios

La petanca se erige como juego -o deporte- considerándose especialmente accesible para las personas de la tercera edad. Se considera idóneo para la psicomotricidad de piernas, brazos y, especialmente, de manos. Además, al ser un juego que se practica al aire libre, facilita la absorción de la vitamina D para fortalecer los huesos, amén de favorecer la circulación y el corazón, así como ayudar a mantener el cerebro activo. Añadido, se considera que, a la par, favorece el descanso y la relajación, lo que redunda en la generación de endorfinas actuando en pro de la mejora del estado de ánimo.

En este juego se valora también que, al practicarse en equipo, facilita tanto el esparcimiento como la comunicación y las habilidades sociales de los jugadores, contribuyendo así a mitigar esa soledad a la que están cada vez más expuestos los mayores.

Charlar, interactuar sobre los avatares de cada partida, y conocer gente alrededor del juego es un aliciente para que cada vez más personas se sumen a este juego, también ahora en Dena. Una cita imprescindible en los días sin lluvia.


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