“En resumen, un caos”. Son palabras de la directiva de un instituto arousano a menos de una semana de que los alumnos de ESO, Bachillerato y FP regresen a las aulas (el próximo 15 de septiembre). Y es que el Ramón Cabanillas no será el único centro de la comarca que comience el curso con déficit de profesores (tres menos). Por ejemplo, el Monte da Vila, en O Grove, también ha visto su plantilla mermada en tres docentes con respecto al año pasado. Otros institutos han conseguido la dotación de personal solicitada pero no sin antes pelear de forma insistente ante la Consellería de Educación.
"Toda la semana protestando"
Es el caso del IES Miguel Ángel González Estévez (MAGE). “Nos quitaron dos profesores y llevamos toda la semana protestando porque ese recorte implicaba dos o tres aulas menos. Nos acaban de confirmar hoy que contamos con los dos profesores solicitados y ahora tenemos que organizar los grupos de alumnos”, relatan desde el equipo directivo del centro carrilexo.
La dotación de docentes in extremis dificulta la organización del curso. A ello se une el plazo de matrícula, que todavía termina el día 10 y por tanto no será hasta después de esta fecha cuando se sepa si hay vacantes para nuevo alumnado (puesto que tienen preferencia los estudiantes que continúan sus estudios en el mismo centro y hay algunos que aprobaron en septiembre y todavía no se han matriculado en el siguiente curso).
Estudiantes de Catoira, ¿a Carril o a Valga?
Esta circunstancia influye de forma peculiar en el IES de Carril, donde tradicionalmente estudian Bachillerato los vecinos de Catoira. Debido a la carestía de plazas, Educación dotó al municipio vikingo de transporte escolar directo con el IES de Valga, aunque a día de hoy el MAGE todavía cuenta con 46 estudiantes en espera, “la mayoría de ellos de Catoira”. “Tenemos el teléfono colapsado por las familias que nos llaman preocupadas porque aún no saben dónde van a estudiar sus hijos la semana que viene”, advierten desde el instituto carrilexo. “A día de hoy no sabemos si tendremos dos grupos de Bachillerato o tres”, apuntan.
IES de Carril: “Tenemos el teléfono colapsado por las familias que nos llaman preocupadas porque aún no saben dónde van a estudiar sus hijos la semana que viene"
Desde O Grove, la directora del Monte da Vila relata el calvario de estos días: “Tuvimos que pasar por encima de varios puestos y contactar directamente con Santiago. Llevan sometiendo a los claustros a una tensión que no es normal, y con ese profesorado se confecciona la estructura del instituto”, advierte Nuria Santiago.
Pérdida de desdobles
Este centro grovense contaba el curso pasado con 44 docentes pero la Consellería le otorgó 40 para el nuevo. La dirección movió cielo y tierra para conseguir más personal y anteayer le confirmaron que podría contar con uno más, es decir, 41. “Al final rogamos ese profesor y nos lo dieron. Fue como pedir limosna. Las Anpas también trabajaron mucho a nuestro lado”, agradece la directora.
IES Monte da Vila: "Al final rogamos ese profesor y nos lo dieron. Fue como pedir limosna"
Debido a la reducción de plantilla, expone que “nos quedamos sin un desdoble en 1º de ESO. Y en 3º también porque eran tres clases y vamos a tener solo dos. En 2º de Bachillerato igual, perdemos otro desdoble, tenemos dos en lugar de tres”.
Nuria Santiago se queja de que “la Consellería nos da una oferta educativa con muchas optativas pero no tenemos profesores suficientes para impartirlas todas”.
Reconoce que la ratio se establece en 30 alumnos en Secundaria y que en el IES Monte da Vila “los números dan, pero nuestro alumnado tiene necesidades y así es imposible impartir las clases bien”.
Adiós al Bachillerato de tarde en el Castro Alobre
Por su parte, en el Castro Alobre de Vilagarcía, el instituto más numeroso en ESO y Bachillerato de toda la comarca, se mantiene la plantilla de docentes, pero al igual que le ocurre a los demás centros, desconocen cuántos estudiantes nuevos podrán admitir. “Según la previsión que teníamos no había vacantes para 1º y 2º de Bachillerato, pero todavía queda gente por matricular y podría haber plazas. Hasta el día 10 no se sabrá nada”, comenta la directora del IES Castro Alobre, Mariola Rodríguez.
En el Castro Alobre se construyeron en verano dos aulas de grandes dimensiones que permiten renunciar al Bachillerato en horario vespertino
La buena noticia para la comunidad educativa de este instituto es que la experiencia de las clases de tarde que se implantó el curso pasado en 2º de Bachillerato (por falta de espacio en horario matinal) no se repetirá. Durante el verano se construyeron dos aulas de grandes dimensiones (una en la antigua casa del conserje y otra en los soportales) que permitirán eliminar las clases vespertinas. Se mantienen cuatro grupos de 1º y otros tantos de 2º.
Educación admite la matriculación de los 22 alumnos del IES A Illa en A Basella
Los 22 alumnos del IES de A Illa a los que no se les encontraba acomodo en el mes de junio tendrán sitio en el instituto de A Basella de Vilanova para cursar el bachillerato. Así se lo comunicó el pasado lunes la Consellería de Educación a los padres para que comenzaran a matricularse y acabar así con la situación en la que se encontraban los jóvenes desde el pasado verano.
Los padres no dudaban ayer en reconocer el alivio que sentían por haber solucionado la situación, pero seguían cuestionando a la Consellería de Educación por “tenernos así todo el verano, porque podían habernos cogido las matrículas en el primer plazo”.
El problema con los alumnos de A Illa surgió por no ser dependiente el IES isleño de ningún centro. Lo normal en todas las generaciones que cursan sus estudios en ese centro es que sean derivados a A Basella para cursar bachillerato. Sin embargo, cuando llega una generación más numerosa de lo habitual, siempre hay problemas. Este año fue un ejemplo de ello y 22 jóvenes se quedaban sin tener asegurada la plaza en Vilanova. Padres y alumnos del IES realizaron una concentración a las puertas del instituto isleño en la que no solo reivindicaban plaza en A Basella para estos jóvenes, sino que iba más allá.
Una de las principales reivindicaciones era habilitar aulas de bachillerato en el centro isleño para evitar los desplazamientos fuera del municipio. No en vano, las conexiones de transporte público que existen entre Vilanova y A Illa son pésimas y los padres tienen que recurrir a ser ellos los que financien un autobús que lleve a los alumnos de bachillerato al centro vilanovés.
