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A Illa será la primera cofradía gallega en vigilar sus zonas marisqueras con un dron

Uno de los carteles disuasorios instalados por la Cofradía de A Illa este verano en sus playas. | // I.ABELLA

La Cofradía de A Illa se ha convertido en la primera de Galicia en utilizar un dron para la vigilancia de sus bancos marisqueros. El patrón mayor, Juan José Rial Millán y los agentes presentaron ayer el aparato, que empezará a funcionar a lo largo de la próxima semana.

El servicio es posible gracias a un proyecto de la Organización de Productores (OPP-20), que se acogió a una línea de ayudas de la Consellería do Mar que se financia con fondos europeos. La inversión total ascendió a 4.800 euros, y la OPP-20 únicamente ha tenido que sufragar el coste del IVA.

El equipo permitirá mejorar la vigilancia en bancos como los de O Areoso o el Carreirón

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Juan José Rial Millán plantea que el uso del dron para la vigilancia de las playas tendrá múltiples ventajas. Entre ellas, la posibilidad de llegar a puntos de muy difícil acceso, como los situados entre las rocas o alejadas de las pistas rodadas. Otra de las utilidades es que el dron está equipado con cámaras de infrarrojos y un láser, que permitirán obtener imágenes claras de noche. En el caso de láser, facilitará un seguimiento sencillo de una persona que intente huir.

El patrón mayor isleño plantea además que al utilizar el dron, el servicio de vigilancia no tendrá que realizar tantos desplazamientos con el coche o con la embarcación, con lo que se ahorra dinero en combustible y se reduce la contaminación. Además, el equipo podrá ser empleado para llegar a algunas de las concesiones más difíciles de vigilar, como pueden ser las playas de O Carreirón o las del islote de O Areoso.

Algunos de los espacios en los que se utilizará con mayor frecuencia el dron son, además de los dos ya citados, Testos y Abilleira.

“Furtivos de bañador”

El patrón mayor de A Illa señala que este año han bajado las denuncias a “furtivos de bañador” con respecto al pasado, aunque lo atribuye sobre todo a que la meteorología de julio no fue buena para los bañistas, de ahí que hubiese menos afluencia a las playas hasta bien entrado el mes de agosto.

Dos vigilantes muestran el dron que se utilizará en A Illa a partir de la próxima semana. | // IÑAKI ABELLA

Durante el verano de 2020, se tramitaron algo más de 60 denuncias a bañistas que fueron sorprendidos intentando ocultar bivalvos, mientras que este verano ha habido poco más de 30 propuestas de sanción. Juan José Rial Millán sostiene que el “furtivismo de bañador” no solo causa problemas en el presente, en la forma de robos de marisco, sino que también los origina para el futuro, “porque la gente no solo se lleva el marisco de tamaño comercial, sino también la cría”.

Por ello, prosigue el patrón mayor isleño, se arruína también el esfuerzo de los mariscadores para repoblar sus concesiones. “Este tipo de furtivos no saben realmente el trabajo que da hacer que el marisco crezca hasta llegar a la talla comercial”, sentencia.

De todos modos, Rial Millán apunta que no todo es negativo, y que de hecho han sido muchos los bañistas que llaman para alertar del robo del marisco al teléfono de los vigilantes que figura en las placas situadas este verano en algunas playas. “Son turistas que están concienciados, que saben lo que cuesta mantener esto”, concluye.

El equipo puede sobrevolar O Areoso con el piloto en tierra

La Cofradía de A Illa presentó hace unos días dos bicicletas eléctricas que van a utilizar los vigilantes, y que les permitirán también llegar antes a espacios alejados de las pistas y carreteras, al tiempo que se ahorra en combustible y en emisiones de carbono a la atmósfera. Con el dron, técnicos y responsables de la Cofradía confían en que los furtivos se lo piensen dos veces antes de bajar a las playas. “La embarcación o el coche los ven llegar, pero al dron no”, advierte Rial Millán. Este equipo, además, facilitará mucho la vigilancia de una de las joyas medioambientales de A Illa, como es O Areoso, puesto que los guardas rurales podrán desplazar el dron hasta el islote desde tierra. “En O Areoso este verano fue peor que nunca”, se queja el patrón mayor, pues incluso se vieron “grupos” extrayendo marisco de forma presuntamente organizada. Por ello, el pósito maneja varias posibilidades para el próximo verano para mejorar la protección de este espacio, que podrían pasar por la adquisición de un segundo dron o de unos prismáticos especiales. Aparte de eso, Juan José Rial Millán cree que la Consellería do Medio Ambiente debería regular de algún modo el número de accesos turísticos al islote, ya que actualmente están desbocados, con las consecuencias dramáticas que esto puede tener para él.

Más de 14.000 coches

En A Illa ya hay voces que urgen una reflexión sobre los efectos del turismo masivo en la localidad, hasta el extremo de que muchos isleños empiezan a sentirse desplazados y hasta incómodos por la presencia de tanta gente en verano. Hace dos años se estudió la afluencia a A Illa (de algo menos de 5.000 habitantes), y se cifró en unos 14.000 los vehículos que cruzaron el puente con el continente. Mucha de esa gente acudía a las playas. También es muy intensa la presión turística sobre O Areoso, para desesperación de Concello y mariscadores.


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