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El gasto eléctrico de los concellos aumentará hasta un 30% y podría obligar a subir el agua

Alcaldes y representantes de la Xunta, en la inauguración del parque fotovoltaico de Tremoedo

Los ayuntamientos son grandes consumidores de electricidad. Por ello, también están sufriendo con crudeza la actual escalada del precio de la energía. Algunos regidores estiman que los concellos gastarán este año entre un 25 y un 30 por ciento más en electricidad de lo previsto, y no se descarta que esta situación pueda derivar en un encarecimiento del agua (con la consiguiente subida en los recibos que pagan los vecinos), puesto que el coste de la electricidad en la planta comarcal de depuración también se ha disparado.

En julio de 2020, la Mancomunidade do Salnés abonó 42.200 euros por el funcionamiento del bombeo de Pontearnelas; en julio de este año, la factura subió hasta los 68.800. Y eso a pesar de que se consumió mucha menos agua que hace un año, al ser el pasado julio relativamente frío y lluvioso.

“Está claro que si los precios de la energía se mantienen así no podremos seguir cobrando el agua al mismo precio, porque si no iríamos a la bancarrota”

Marta Giráldez - Presidenta de la Mancomunidade do Salnés

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La presidenta de la Mancomunidade, y alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, afirma que, “la última decisión que queremos tomar los alcaldes es subir el agua”, puesto que eso acabaría repercutiendo en los vecinos. Pero también avisa de que, “la situación actual es insostenible”. “Está claro que si los precios de la energía se mantienen así no podremos seguir cobrando el agua al mismo precio, porque si no iríamos a la bancarrota”, añade.

Marta Giráldez avanza que la Mancomunidade intentará aguantar, “unos meses”, pero que si el precio de la electricidad no se modera ostensiblemente pronto, “hacia final de año tendremos que hablar de la posibilidad de subir el agua”.

Vilagarcía, un millón de euros

Cientos de farolas del alumbrado público encendidas durante horas; calefactores y aparatos de aire acondicionado funcionando en los edificios públicos; los potentes focos de los campos de fútbol; y las miles de bombillas existentes en los colegios o casas de la cultura generan un consumo desorbitado... El gasto energético de todos esos aparatos lo costean los ayuntamientos, de ahí que sus facturas eléctricas sean siempre muy abultadas.

Un ejemplo paradigmático de ello es el Concello de Vilagarcía, que gasta en torno a un millón de euros cada año en electricidad. Este Ayuntamiento, sin embargo, no sufrirá apenas el hachazo eléctrico en 2021. Hace algo más de un año contrató una gestoría energética, entre cuyas funciones se encuentran la revisión periódica de todas las instalaciones y contratos.

“En O Grove llevamos diez años invirtiendo en ahorro energético, y ahora se empezaban a ver amortizadas esas inversiones, pero la subida de este año ha hecho saltar todo por los aires”

José Cacabelos - Alcalde de O Grove

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Esto ha permitido, por ejemplo, rebajar las potencias contratadas, que en algunos puntos eran mayores de lo que se necesitaba. Otra de las labores de este gestor es revisar las ofertas del mercado, y fue así como, “en abril de este año se cambió a una muy ventajosa que estará en vigor hasta finales de año”, explica Ravella a preguntas de FARO DE VIGO.

Con este cambio de tarifa, y las obras en ahorro energético que se hicieron en años pasados, Vilagarcía prevé un impacto mínimo en sus facturas eléctricas de este ejercicio. “La previsión es que el gasto anual se mantenga en las cifras de 2020, o como mucho que se registre un aumento de entre 5.000 y 10.000 euros, que es bastante poco teniendo en cuenta las circunstancias del mercado y el importe del gasto anual del Concello, que es de en torno a un millón de euros”.

Algo que descarta categóricamente el gobierno que dirige Alberto Varela es ahorrar a costa del alumbrado público, alternando las farolas encendidas en una misma calle o carretera o reduciendo su tiempo de funcionamiento, como hicieron muchos concellos en los periodos más duros de la crisis de 2008. “Eso se descarta totalmente, al igual que cualquier medida que pueda suponer un riesgo o una pérdida de las condiciones de seguridad para los ciudadanos, tanto para la circulación rodada como para los peatones”.

O Grove, un 30% más

Los alcaldes están temblando por el cariz que está tomando la situación este verano. El de O Grove, José Cacabelos, estima que la factura de los municipios en electricidad aumentará entre un 25 y un 30 por ciento con respecto a lo previsto a principios de año en los presupuestos municipales.

Vilagarcía descarta por completo ahorrar a costa del alumbrado público, al entender que debe primar la seguridad de conductores y peatones

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Cacabelos recuerda que además de las instalaciones que se aprecian en el día a día, las administraciones municipales también costean el suministro energético de infraestructuras invisibles, pero imprescindibles, como las redes de abastecimiento y saneamiento, las estaciones de bombeo y las depuradoras. “Nos estamos viendo superados”, advierte. El alcalde recuerda que, “en O Grove llevamos diez años invirtiendo en ahorro energético, y ahora se empezaban a ver amortizadas esas inversiones, pero la subida de este año ha hecho saltar todo por los aires”.

El alcalde grovense está convencido de que “el objetivo tiene que ser ir hacia la autosuficiencia energética”, mediante la producción propia de energía (por ejemplo con más placas solares) y la reducción del consumo (con tecnologías mejores, como las luces led). Pero recuerda que esos proyectos son muy caros, “y los ayuntamientos no los podremos acometer si no es a través de subvenciones”.

Más parques fotovoltaicos

La Mancomunidade do Salnés inauguró en marzo pasado un parque fotovoltaico en la depuradora de Tremoedo, que puso en marcha con el apoyo económico de la Xunta de Galicia. La instalación mostró rápidamente buenos resultados, hasta el extremo de que durante la primavera la factura eléctrica de la planta se redujo a la mitad.

El órgano comarcal ha visto que ese es el camino de futuro, de ahí que estén negociando la compra de dos parcelas para la instalación de nuevos parques solares. Uno de ellos se ubicaría junto a la depuradora, y otro en el punto de captación de agua en el río Umia, en Pontearnelas. La inversión, lógicamente, se prevé muy elevada.

Marta Giráldez explica que, “los alcaldes ya habíamos hablado de la posibilidad de comprar estas dos parcelas antes de la subida de la luz, pero ahora el asunto se ha vuelto más urgente si cabe”.

Martín Códax adquiere 18 coches híbridos o eléctricos

El grupo vitivinícola Martín Códax anunció ayer que ha renovado toda su flota de vehículos, sustituyendo los de combustión por otros eléctricos o híbridos enchufables. Asimismo, la empresa enclavada en Vilariño ha ampliado sus instalaciones solares fotovoltaicas, con el objetivo de reducir su huella medioambiental.

La bodega explica que ha adquirido 18 automóviles híbridos enchufables para los desplazamientos de sus empleados, y que ha habilitado en el recinto de Burgáns una infraestructura con 16 puntos de carga. Estas instalaciones de Cambados (habrá otras similares en cuatro bodegas más del grupo) no solo estarán a disposición de los trabajadores de la cooperativa, sino también de los enoturistas o proveedores, que podrán cargar gratuitamente sus vehículos mientras visitan la bodega o desarrollan su trabajo.

La energía usada en dichas instalaciones procede en su totalidad de la instalación fotovoltaica instalada en la misma bodega y sus naves anexas. Precisamente, en el complejo industrial de Cambados dispone de cuatro grandes grupos de placas fotovoltaicas, que suman 886 paneles.

El grupo empresarial cifra en un 30 por ciento la energía que consume de origen solar y renovable, avanzando así en sostenibilidad ambiental y ahorro.

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