Finalizaba ayer el campamento de verano “FutAventura”, un campus multideporte, de ocio y tiempo libre, que protagonizó el verano meañés como alternativa que permitió además a muchas familias conciliar vida familiar y laboral. Una iniciativa con centro en Dena que regresaba después de un año baldío por la situación COVID y que desbordó las previsiones con una fantástica acogida. Y es que fueron un total de algo más de 150 niños que, con edades comprendidas entre 5 y 14 años, pasaron a lo largo de julio y agosto por el campus. Dado su elevado número, se hizo preciso por la situación sanitaria organizar a los campistas en ocho grupos burbuja, precisando para ello tirar de una docena de monitores.
La actividad se ofertó durante los meses de julio y agosto con horario de 9,30 de la mañana a 14 horas, no pudiendo en esta ocasión oferta comedor por la pandemia. Entre las actividades los niños pudieron disfrutar, amén de los deportes más socorridos, de otros como kayak, hípica, ciclismo -con prácticas de seguridad vial para los más pequeños- o paddle surf. A la par, talleres en los días de lluvia, marchas de senderismo, jornadas en el parque acuático-marino flotante de Portonovo y una excursión a Ons jalonaron el campus. La actividad tuvo como centro del campo de fútbol de As Cachizas, dada la entente con el club Unión Dena (propietario del campo), y la firma alentada por Daniel Portela (jugador del club) y Bruno Portela. Entre los campistas, niños non sólo meneases, sino que llegaron también otros de Vilalonga, Portonovo o Castrelo entre otras localidades limítrofes.
Daniel Portela valoraba la experiencia: “FurtAventura -reconoce- tuvo este años una acogida fantástica, mucho mejor aún de la esperada, se notaba que los niños tenían ganas de volver a actividades de ocio en verano, se lo pasaron en grande y las familias, la verdad, quedaron encantadas y nos felicitaron por el trabajo, algo que siempre se agradece, máxime este año donde era prioritario la seguridad”.