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Pocas gangas en el mercado arousano de casas de aldea

Vista del lugar de Guillán (Vilagarcía) Iñaki Abella

Se equivoca quien piense que el mercado de las viviendas en el campo está lleno de gangas debido al envejecimiento y la despoblación. Un repaso por la cartera de inmuebles de algunas de las agencias de O Salnés demuestra que apenas hay gangas, y que por lo general los precios superan los 100.000 euros.

Los que busquen una propiedad ajustada en precio pueden echarle un vistazo a una pequeña casa de planta baja y 80 metros cuadrados situada en A Laxe, muy cerca del recinto ferial de Fexdega (Vilagarcía), y que está a la venta por 65.000 euros.

Hay desde casas de planta baja por 65.000 euros hasta chalés por 350.000

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No obstante, quien necesite una propiedad más grande no tendrá más remedio que gastar un poco más. Por ejemplo, en Lois (Ribadumia), hay un chalé de 214 metros cuadrados construido en una parcela de 1.200, y que cuesta 315.000 euros.

Por un precio incluso un poco más alto, hay una casa amueblada en las afueras de Vilaxoán, muy cerca del colegio. Cuenta con una superficie de 307 metros cuadrados y está amueblada. Se ofrece por 350.000 euros en la web de la inmobiliaria Mariló.

En el mismo portal, hay desde una casa con un terreno con árboles frutales situada en Cornazo, y que se vende por 110.000 euros, hasta un chalé de tres plantas y un terreno por 190.000, pasando por una casa con un luminoso patio interior, ubicada en Sobradelo, y que está en 120.000 euros.

Las inmobiliarias afirman que no hay suficientes casas en el mercado para la demanda existente

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La Inmobiliaria Cambados, por su parte, comercializa por ejemplo una casa con huerta de 3.600 metros cuadrados en Barrantes y buen estado de conservación, por 275.000 euros.

También cuenta en su cartera con una vivienda semirrestaurada en Caleiro, junto a la carretera comarcal que comunica Vilagarcía y Cambados, valorada en 114.000 euros. Sin salir de Vilanova, esta agencia dispone de una casa de cuatro dormitorios y un terreno de más de 2.500 metros cuadrados, lista para entrar a vivir, y tasada en 199.000 euros.

Los precios de las propiedades inmobiliarias en O Salnés son más altos que los de algunas comarcas colindantes por su proximidad a la costa y a centros turísticos de primera nivel, como Sanxenxo y O Grove. Y esto se traslada igualmente al mercado de viviendas ubicadas en el rural.

Territorios a la caza de los nómadas digitales

Antes del confinamiento, los ciudadanos pasaban mucho tiempo fuera de casa, entre el trabajo y el ocio. Sin embargo, en los días de encierro por el COVID muchos se replantearon sus prioridades, y llegaron a la conclusión de que era preferible sacrificar un poco el hecho de vivir en un lugar céntrico a cambio de disponer de más espacio e incluso de lugares en los que estar al aire libre sin salir de casa, como pueden ser los balcones y terrazas.

Otro ejemplo de estos nuevos usos sociales fue el incremento en la demanda de piscinas, ya fuesen de obra (mejores, pero más caras) o desmontables. Pero para poder disfrutarlas, es necesario disponer de al menos un pequeño jardín, que tras el confinamiento empezó a verse casi como un lujo.

Este cambio de tendencia es común a toda Europa y no hubiese sido posible de no ser porque cada vez hay mejores conexiones de internet en el rural y porque algunas empresas han dado facilidades a sus empleados para teletrabajar, lo que ha propiciado que muchos se trasladasen fuera de las ciudades. Algunos territorios incluso lanzaron agresivas campañas publicitarias para seducir a los llamados “nómadas digitales”, que en muchos casos son profesionales con un elevado poder adquisitivo.

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