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Los gatos colapsan los refugios: crueldad y abandono en O Salnés

Olga Costa atiende uno de los gatos del refugio de Cambados. Iñaki Abella

El Refugio de Animales de Cambados sufre uno de los momentos más duros de su trayectoria. Un total de 64 gatos comunes, 60 de ellos de menos de cuatro meses, se han convertido en el principal quebradero de cabeza debido al elevado coste de la atención veterinaria que se ha prestado a varios ejemplares que han encontrado gravemente heridos pero también por el coste de las esterilizaciones, los tratamientos antibióticos o la alimentación diaria.

Olga Costa, presidenta del Refugio cambadés, insiste en que en estos momentos “estamos desbordados”. Esta misma semana se han topado con otras cuatro crías “abandonadas por un desaprensivo a las puertas de nuestras instalaciones”, y a los que tienen que dar biberón.

Y la situación económica de la entidad protectora en absoluto es la más boyante. “Debemos 500 euros de la última cirugía de un gato que encontramos en la calle y sufría una grave parálisis de las extremidades posteriores, de la que aún se está recuperando en un centro de A Coruña”.

Pero lo que de verdad indigna a Olga Costa es el maltrato en todas las formas que muchos desaprensivos siguen infligiendo a los felinos. “Hace unos días encontramos una gatita malherida “a la que dispararon con una pistola de aire comprimido y tiene alojado un perdigón de cobre en la vértebra y le afecta a la médula espinal”.

Verdadera salvajada animal

“En Cambados sigue habiendo salvajes que le disparan a los animales como si fuera un juego, simplemente porque saben que nadie va a investigar este maltrato u otro”, lamenta Costa que explica que el animal deberá permanecer al menos tres meses en una clínica especializada para mejorar algo su movilidad.

Una de las perritas con sus crías antes de ser entregada en adopción en Cambados Iñaki Abella

Son dos de los ejemplos más graves en las últimas semanas que se suman a comportamientos más habituales, no por ello menos reprobables. Se refiere Costa a las camadas que proliferan todos los veranos “porque hay muchas gatas domésticas sin esterilizar, de modo que conocemos varias fincas en las que hay más de 30 animales y sus dueños solo reconocen a uno, de los demás nada quieren saber”. Evitar su propagacíón solo cuesta 80 euros si es hembra y 50 si es macho en la clínica del refugio cambadés, una oferta sin duda muy atractiva si se compara con otras clínicas privadas.

Es un problema que se observa más en el rural pues en el casco urbano en el que desde hace varios años se lleva a cabo la campaña CES, acrónimo de captura, esterilización y suelta, y que permite controlar el tamaño de las colonias ferales. “Gracias a los Ayuntamientos de Vilagarcía y el de Cambados este problema se ha corregido pues ya son tres años de un control diario en las calles de ambas localidades”.

Pero ello no es óbice para que la invasión de gatos siga siendo un problema. “Nos llegan desde distintos municipios de la comarca porque saben que existen los dos refugios y que los vamos a atender aunque no tengamos medios económicos”, en un gesto de compasión casi sin límites en este sentido.

“Cuando nos los encontramos los atendemos y tratamos de encontrar una familia, como este mismo sábado que entregamos dos, uno que se fue para el País Vasco y cuyo nuevo propietario ha querido llevárselo con todas las garantías sanitarias y otro que se queda en Cambados pues una familia sufrió un flechazo al verlo en el Facebook y se lo quiso llevar”, expone con la satisfacción de garantizar un hogar a las dos indefensas crías.

Brote vírico mortal en una casa de acogida de Cambados

Pero como las alegrías nunca son completas, Costa lamenta que en estos momentos el Refugio ha perdido la principal “casa de acogida” de gatos de Cambados al detectarse un grave brote de panleucopenia felina, un virus que como la parvovirosis o moquillo de los perros, es mortal para casi todos aquellos que han estado en contacto.

Uno de los perros atendidos en la protectora cambadesa con Olga Costa Iñaki Abella

Nueve de los once gatos ya han muerto y los otros tendrán que estar aislados tres meses a base de antibiótico y suero, aunque las esperanzas de que sobrevivan son mínimas”, lamenta la presidenta del Refugio que también incide en el hecho de que la colaboradora ya no podrá asumir la atención de ningún ejemplar más hasta que finalice la cuarentena.

Pero además de la preocupación por los gatos, el Refugio presta atención a otros 60 perros y tres caballos. “En estos momentos estamos al límite de nuestras posibilidades porque cada día nos hacemos cargo de uno o dos que han sido abandonados, por lo que urge continuar con las adopciones; esta semana enviamos tres para Alemania y también se fue recientemente uno para Suiza y otro a Bélgica”.Se trataba de un labrador y dos mestizos de pastor alemán, dos animales de tamaño medio que tienen menos demanda en España. “Aquí se adoptan sobre todo perros de raza pequeña”, explica la presidenta de la protectora.

A esta actividad se suma la atención a tres caballos que también ha recogido en los últimos años el equipo del refugio cambadés debido a que se hallaban en un estado lamentable de abandono pues la crueldad humana no tiene límites.

Las tres “abuelas” del CAAN encuentraron familia de adopción

En el CAAN de Meis destacan que en el presente año solo un perro fue adoptado en el extranjero, concretamente en Portugal. Y es que de los adoptados este año 411 se han quedado en Galicia, la mayoría en Pontevedra (351), mientras que el resto se repartió por las diferentes comunidades autónomas de Castilla-León (30), Madrid (8), País Vasco (3), Asturias (1) y Extremadura (1).

En cuanto a la provincia de Pontevedra, Vigo es el municipio que asume el mayor número de adopciones, un total de 70, seguido de Pontevedra con 45 y A Estrada con 33. Destacan asimismo los datos de Meis y Poio con 19 y 18 adopciones, respectivamente o las 14 de Cambados y 12 de Vilagarcía de Arousa.

Como anécdota, en la CAAN indican que este año encontraron familia las “tres abuelas” de la institución canina, en concreto Macarena, Adia y Paradita. La primera, una mastín de 8 años, había llegado desde Pontecesures con un gran corte en la cara. Ahora vive en Barro, mientras las otras dos están en Barro y Pontevedra.

La presidenta del Refugio de Cambados con un perro pastor Iñaki Abella

La acogida de perros se dispara casi un 50% con respecto a 2020

El Centro de Acollida e Protección de Animais (CAAN), dependiente de la Diputación acaba de superar las 3.000 adopciones desde su apertura en 2015, un listón que se superó este pasado jueves tras la entrega de nueve perros con lo que este año ya se alcanza la cifra de 461, con un espectacular crecimiento de un 47,7% respecto a 2020.

Los responsables de este servicio indican que cuatro perros, de nombres Calista, Calisto, Lois y Pedro han sido adoptados por familias de Vigo, en tanto que Xurxo y Peru en Pontevedra, mientras que Goio, Mero y Bernal han viajado a O Rosal, Madrid y Cuntis, respectivamente. Explican asimismo que además de las cifras históricas de adopciones, en la perrera provincial se observa “una significativa reducción en los tiempos de estancia de los animales”, con lo que se cumple uno de los objetivos fundamentales del centro dedicado a la recuperación de los perros y la consecución de un nuevo hogar para ellos en el menor tiempo posible. La media es actualmente de 86 días, por debajo de los 125 del pasado año.

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