Alivio dentro de la incertidumbre y cierto malestar por el momento elegido para la reapertura del ocio nocturno, son algunas de las sensaciones que transmiten los responsables de los establecimientos tras la primera noche de fiesta hasta las tres de la madrugada.
Fue noche de un ambiente diferente con muchos clientes que han llenado terrazas de bares, pubs y discotecas, con ganas de disfrutar de la música, hasta la hora límite, y a la vez con muy pocos sobresaltos, aunque al trasiego de esos clientes hay que sumar los grupos que optaron por el mayor descontrol propiciado por la “¿moda?” del botellón de fin de semana, vigilado de cerca por la policía.
“A la una de la madrugada llegó la primera avalancha de clientes, fue un momento crucial para recuperar el orden”, explica Óscar Piñeiro, al frente del Miúdo. Coincidía con el cierre de las terrazas de los bares, cuando los clientes acudieron en masa a su local por lo que intervino el personal de seguridad para corregir ese inesperado caos. “Fueron solo unos minutos porque muy pronto se consiguió que nadie permaneciera de pie en el interior o en la barra porque está prohibido utilizarla”, explica.
Otro compañero subraya que están muy atentos a que los clientes ocupen espacios seguros en sus establecimientos. “No podemos autorizar consumiciones en la barra, procuramos que mantengan la separación adecuada y que no haya grupos de pie y que disfruten sentados alrededor de una mesa”, explica Martín, gerente de varios establecimientos en Vilagarcía.
Igual de tajante es Félix Acuña, que regenta entre otros el local de moda “Barboor” en la TIR y al que acuden clientes de un perfil más juvenil, de entre 18 y 25 años, aproximadamente. “Hemos establecido un circuíto de entradas para que el aforo del local nunca supere el 50% y el 100% en la terraza”, explica.
“La terraza nos ayuda mucho y lo que nos animó a abrir en este momento pues sé de varios locales interiores en Santiago que han optado por continuar cerrados porque no les resultaría rentable, en tanto que la gente prefiere estar al aire libre”, explica.
Una jornada tranquila
Que no hubo sobresaltos en la primera noche de alivio lo certifican también los cuerpos policiales., con intervenciones similares a la de cualquier otra noche de fin de semana. En Cambados, Vilanova y O Grove reconocen que la del viernes fue “una jornada tranquila”, sin ninguna incidencia “que haya llamado la atención”.
En fuentes de la policía vilanovesa explican que las medidas de alivio en absoluto han afectado a la localidad pues “no tenemos pubs ni discotecas, por lo que el horario máximo de cierre era la una de la mañana en bares y terrazas”.
Una animación nocturna que si fue palpable en Vilagarcía, A Illa, Cambados y O Grove donde se concentra el mayor número de pubs y discotecas, aunque la música sonaba realmente distinta después de tantos meses de inactividad.
Sus responsables critican que no se les haya tenido en cuenta en la pandemia y dudan sobre la duración de la medida en el tiempo, ateniéndose a los altibajos del último año y medio.
“Nuestro sector es el primero en ser señalado cuando se produce un brote"
“Nuestro sector es el primero en ser señalado cuando se produce un brote y la primera medida es el cierre del ocio nocturno”, explican los hosteleros consultados.
Con todo Félix Acuña califica la reapertura de este fin de semana, autorizada en el último comité clínico, como un “alivio” o “una tenue luz dentro del túnel”, pero no son optimistas sobre la llegada de la normalidad pre-pandemia.
“Trabajar ahora con cierta naturalidad ni te lo planteas pero hay muchas familias que dependen de tí y aunque se limite el aforo debemos abrir para cubrir esos gastos del personal, los alquileres, las hipotecas...”, enumera con tono de resignación y enorme estoicismo.
Acuña confía en que la evolución COVID mejore a finales del primer trimestre de 2022 cuando ya la vacunación abarque a la mayor parte de la población y no se registren los picos de sierra que ha trazado en estos dos años la epidemia.
Óscar Piñeiro es algo más optimista y confía en las Navidades como el período en el que ya se volverá a vivir una cierta normalidad en sus establecimientos. “Antes seguro que el virus nos dará algún susto más”, pronostica con reservas.
Unas expectativas a las que no coadyuvó la administración cuando relajó las medidas “justo al final de la temporada de verano”, se quejan. “Este año fue desastroso en comparación con el pasado”, expone Juncal muy decepcionado porque no se haya regulado antes la reapertura.
Desciende considerablemente el número de infectados aunque todavía hay 1.150 positivos en el área sanitaria
La evolución de la COVID en la comarca de O Salnés prosigue con la tendencia descendente de la última semana con lo que el nivel de preocupación entre los responsables municipales se redujo aunque que siguen instando a la población a que se sigan las recomendaciones sanitarias. O Grove que hace solo unos días se encontraba en el nivel más alto de restricciones de Galicia ha bajado la incidencia a solo 32 casos activos, según los datos aportados por el SERGAS en su actualización del mapa sobre la incidencia del coronavirus. Una tendencia que también se observa en las demás localidades de la comarca de O Salnés, caso de Vilagarcía de Arousa que pasó de tener 84 casos en el registro de 14 días a los 37 actuales, un parámetro que indica claramente la mejoría de la última semana. Lo mismo se puede decir de Cambados que ha pasado en este período de registrar cuarenta positivos a solo diez, mientras que en los demás municipios el rango es inferior a nueve enfermos. Con todo en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés todavía hay 1.105 pacientes en seguimiento, y cabe señalar que en el hospital vilagarciano permanecen ingresadas cuatro personas a consecuencia de la infección por coronavirus. Asimismo cabe señalar que este fin de semana, los equipos de vacunación de Fexdega no administraron dosis y que será a partir de mañana cuando reanuden la actividad en la que la principal novedad será la inmunización de los adolescentes, entre 12 y 16 años que recibirán Moderna y Pfizer, en función de dos tramos de edad pues la primera se reserva para los nacidos en 2008 y 2009, explicó el conselleiro Comesaña.
