José Cacabelos Rico, el alcalde socialista de O Grove, vuelve a la carga en relación con la vía rápida de Sanxenxo, que une la Autovía do Salnés con el istmo de A Lanzada. “También se colapsa a golpe de lunes, por lo que nadie puede dudar de la necesidad de su desdoblamiento”, proclamaba ayer el regidor.
Lo hacía tras tener conocimiento de que este acceso a O Grove volvía a padecer importantes retenciones que, como siempre en estos casos, “no dejan de perjudicar tanto a los conductores que las sufren como a los intereses turísticos y económicos de nuestro municipio”.
Considera el máximo mandatario, y así lo ha expuesto en infinidad de ocasiones anteriores, que “está sobradamente demostrado que la vía rápida se convierte en una ‘ratonera’ cada verano, y no solo durante cada fin de semana de buen tiempo, uno tras otro, sino también en jornadas puntuales, aunque las condiciones meteorológicas no acompañen, y también en días laborables”.
Temen un caos el día de la Asunción de la Virgen
El 15 de agosto es el Día de la Asunción de la Virgen. Tradicionalmente una de las jornadas más fuertes del verano –y de todo el año– en O Grove, sobre todo si hay puente festivo.
Este año cae en domingo –el que viene– y regiones como Andalucía, Asturias, Aragón, Castilla y León y Canarias han trasladado la fiesta al día siguiente, convirtiendo el lunes 16 de agosto en no laborable.
Teniendo en cuenta todo esto, y que las previsiones meteorológicas hablan de tiempo soleado, todo hace pronosticar que la localidad meca, que ya está a tope de turistas, será objeto de una nueva invasión el fin de semana que viene.
Es por ello que, tal y como temen tanto el alcalde como los empresarios, la vía rápida volverá a ser objeto de un nuevo caos viario, esperándose retenciones que pueden afectar nuevamente a la Autovía do Salnés.
Lo que quiere José Cacabelos con esto, es insistir en la “imperiosa necesidad” de afrontar el ansiado y prometido desdoblamiento, para dotar a la vía rápida de dos carriles más y así, al disponer de cuatro, evitar el cuello de botella que se forma en ese tramo de carretera de apenas siete kilómetros situado entre la autovía y el istmo de A Lanzada.
El alcalde de O Grove reclama a la Xunta que no demore más la solución a este viejo problema que tantos inconvenientes causa entre arousanos y visitantes.
