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Meis toma posiciones para plantar cara al proyecto del parque eólico del Castrove

Convocantes de la reunión informativa celebrada el miércoles en Poio. | // CEDIDA

El proyecto de creación de un parque eólico en el monte Castrove está generando una ola de preocupación en las poblaciones colindantes. En Meis, el Ayuntamiento ha encargado a un técnico contratado recientemente por la Mancomunidade do Salnés que redacte un informe de impacto ambiental de la futura instalación, y la comunidad de montes de San Tomé de Nogueira ha anunciado que en breve convocará una asamblea con todos los vecinos. En otras parroquias de la localidad, los comuneros instan a las juntas rectoras a que también convoquen las asambleas, para conocer más detalles del proyecto y que los afectados puedan expresar su opinión.

La plataforma “Non ao parque eólico do Castrove” celebró el miércoles por la tarde una reunión informativa en Poio, a la que acudieron varios vecinos de Meis, así como directivos de la comunidad de montes de San Tomé. El presidente de esta entidad, Francisco Casás, manifestó que a él, a título particular, no le gusta el proyecto. Sin embargo, matiza que no habla en nombre de la comunidad. “En cuanto celebremos una asamblea y la gente hable estaré en condiciones de hablar en nombre de la comunidad, pero por el momento solo puedo dar mi opinión personal”, declaró el dirigente.

Zona del Castrove donde se encuentran los restos de la antigua capilla de Santa Mariña. | // IÑAKI ABELLA

El proyecto presentado por la sociedad Parque Eólico Cadaval y Ventoso contempla una inversión de 20 millones de euros. Constaría de cuatro aerogeneradores tripala de 115 metros de altura, y el perímetro de afectación es de 600 hectáreas, que se extienden por los municipios de Meis, Barro, Poio y Pontevedra. La iniciativa está cosechando diferentes muestras de rechazo, hasta el extremo de que los ayuntamientos de Meis y Poio ya han mostrado explícitamente su oposición. El BNG ha anunciado también una campaña propia en contra del parque, y se ha creado una plataforma ciudadana, “Non ao parque eólico do Castrove”.

Concello de Meis

La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, se comprometió en la reunión del viernes pasado en Mosteiro a que el Ayuntamiento pondrá a disposición de las comunidades de montes tanto el proyecto, como el informe técnico que van a elaborar en el Concello y sobre el que se sustentarán después las alegaciones en contra del parque.

La regidora explica que recientemente la Mancomunidade do Salnés ha contratado un técnico ambiental para los concellos de A Illa, Meaño, Cambados y Meis, y que le ha pedido a este trabajador que redacte un informe de impacto ambiental de la instalación eólica. Entre tanto, el asesor jurídico municipal elaborará un informe legal.

Marta Giráldez avanza que en cuanto tengan estos informes, convocarán a las comunidades de montes a una nueva asamblea. Explicó asimismo que el periodo para la presentación de alegaciones termina para ellos a principios del próximo mes de septiembre.

Comunidad de San Tomé

Francisco Casás, presidente de la comunidad de montes de San Tomé, recuerda que esta entidad tenía desde hace tiempo en mente una iniciativa para la puesta en valor turístico de la cima del monte Castrove. Una de sus propuestas era la recuperación de las ruinas de la capilla de Santa Mariña, y de una antigua torre defensiva existente entre las parroquias de Campañó y Poio. Ambas construcciones se encuentran en la parte alta de la montaña, en una zona que es un magnífico balcón a las rías.

Los vecinos temen que se estropeen los manantiales del monte

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Casás entiende que el parque eólico también echaría por tierra la idea de crear un cierre ganadero, en el que poder criar caballos en régimen de semilibertad, sin que los animales causen problemas en los cultivos agrícolas de la falda del monte. Finalmente, el presidente de San Tomé mostró su preocupación por la afectación de los aerogeneradores y sus instalaciones complementarias sobre los manantiales de agua. Uno de ellos, de hecho, es el que abastece uno de los pozos que utilizan los helicópteros de extinción de incendios, y que se encuentra en la parroquia de San Tomé. Además de los aerogeneradores, se abrirán pasos para las torretas.

Por ello, anuncia que en cuanto el Concello disponga de los informes técnicos, “convocaremos una asamblea urgente para hablar con los vecinos y escuchar su opinión”.

La plataforma recoge firmas en Poio

La plataforma “Non ao parque eólico do Castrove” nació hace poco más de una semana después de que una vecina de Poio se enterase del proyecto industrial y pidiese ayuda para frenarlo a través de Facebook. Su llamamiento fue escuchado, y a partir de ahí todo sucedió a la gran velocidad propia de un mundo interconectado por internet.

Este colectivo celebró el miércoles por la tarde una reunión en una explanada de Poio, a la que acudieron un centenar de personas. Cuentan con una alegación tipo que se ha repartido por una veintena de establecimientos comerciales y hosteleros de la zona, para que las personas que lo deseen puedan firmarla. Esa alegación se remitirá posteriormente a la Xunta de Galicia. La asociación considera que hay motivos de sobra para oponerse al parque.

Entre estos, citan que la aldea de A Escusa quedaría dentro del polígono de afectación por lo que, según ellos, pasaría a ser suelo industrial, con la consiguiente devaluación de las propiedades. Aluden también al oscurantismo (el proyecto salió a información pública en pleno verano, cuando es más fácil que pase desapercibido y más complicado alegar), a la emisión de ruidos, a los efectos sobre los acuíferos y a las eventuales expropiaciones futuras. Integrantes de la plataforma esperan que, “las comunidades de montes alcancen un consenso y vayan de la mano”, presentando entre todas alegaciones.

A este respecto, portavoces del colectivo argumentan que es posible que la empresa ofrezca mucho dinero a alguna comunidad por el alquiler del suelo, “pero también hay mucho que perder”. “¿Qué monte le queremos dejar a nuestros hijos y nietos?”.

La leyenda del carro y la Virgen

En la cima del Castrove hubo una capilla dedicada a Santa Mariña, y según la creencia popular la imagen de la santa se custodia actualmente en la iglesia de Campañó. La tradición cuenta que cuando los vecinos dejaron de acudir a la ermita, Meis, Campañó y Poio acordaron que la imagen se iría a aquel pueblo del que saliese un carro tirado por animales y llegase antes a la capilla.

Supuestamente, llegó primero Campañó, y se quedó con la talla. Luego llegaron los vecinos de Meis, y se quedaron la campana. La capilla lleva sin culto desde el siglo XVII.


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