O Salnés envejece a marchas agigantadas. Cada vez que el Instituto Galego de Estatística (IGE) publica un informe demográfico, la realidad que transmite es desoladora. Y así sucede también con la reciente estadística sobre nacimientos y defunciones, que revela el peor saldo vegetativo en la comarca arousana de los últimos 45 años.
Durante el pasado 2020, en los nueve municipios de O Salnés nacieron 645 niños, y murieron 1.103 personas. En consecuencia, el saldo vegetativo es negativo, de 458 personas.
El IGE dispone de este tipo de datos desde 1975, y nunca desde entonces nacieron tan pocos bebés en O Salnés. En la década de los 70 y principios de la de los 80, se produjo un “baby boom” en la comarca arousana, pues todos los años se producían entre 1.500 y 2.000 alumbramientos. El récord de la serie histórica se produjo en 1978, cuando vieron la luz 2.040 niños.
La tendencia demográfica ascendente comenzó a truncarse en los años 90
Pero en la década de los noventa, la situación cambió completamente. Desde 1993 nacen menos de un millar de bebés al año, y aunque la mejoría de la economía con el cambio de siglo propició un ligero repunte entre 2004 y 2010 (durante siete años consecutivos hubo de nuevo más de 1.000 nacimientos al año), con la nueva década, la natalidad volvió a caer progresivamente.
En los tres últimos ejercicios, este descenso se ha hecho más acusado si cabe. Desde 2017, los arousanos tienen menos de 800 niños al año, hasta llegar al pésimo resultado del año pasado, con solo 645 alumbramientos.
También han caído de forma considerable los enlaces matrimoniales. En 1978, contrajeron matrimonio 728 parejas en O Salnés, frente a las solo 288 de 2020. Esto supone un descenso del 60 por ciento.
Desde 2002, siempre se han producido menos de 500 uniones conyugales en la comarca.
La mortalidad
Los índices de mortalidad de O Salnés son los propios de una sociedad cada vez más envejecida. En 1982, murieron en O Salnés 705 personas (la cifra más baja de la serie histórica), frente a las 1.117 defunciones de 2019 (el pico), y las 1.103 del año pasado.
El número de defunciones en O Salnés supera siempre el millar desde 2007 (a excepción del ejercicio 2010), según la estadística publicada por el IGE.
El saldo vegetativo de O Salnés es negativo todos los años desde 2010
El saldo vegetativo se obtiene de restar las muertes a los nacimientos. En una comunidad sana, este saldo deberían ser positivo (registrar al cabo del año más nacimientos que muertes), pero en O Salnés no sucede esto desde 2010.
Desde mediados de la década de los 70 y hasta mediados de la de los 90, el saldo vegetativo en los nueve municipios del sur de la ría de Arousa fue siempre positivo. Los registros de los años setenta eran espectaculares (siempre por encima del millar), y el techo se registró en 1978, cuando el crecimiento natural de la población fue de 1.287 personas.
Pero esos buenos índices demográficos fueron atenuándose con la crisis económica de los 90, hasta que en 1996 se registró el primer saldo vegetativo negativo en O Salnés, con 80 muertes más que fallecimientos. A mediados de los primeros 2000, la comarca pareció remontar esta tendencia negativa, y ganó población durante siete ejercicios consecutivos, pero era un espejismo. El saldo vegetativo de O Salnés empeora año tras año desde 2011, pero además en los últimos ejercicios lo hace a un ritmo vertiginoso. Los peores registros se han producido desde 2018, hasta llegar al peor balance de las últimas cuatro décadas y media, pues según el IGE, el año pasado murieron en O Salnés 458 personas más de las que nacieron.
