Vehículos estacionados en zonas prohibidas, autocaravanas encima de espacios dunares o coches circulando de manera habitual por direcciones prohibidas. Estas fueron solo algunas de las infracciones que se cometieron en el verano de 2020 con total impunidad en A Illa, algo que la Policía local se ha propuesto que no vuelva a pasar. Tal es así que, solo en el mes de julio, y pese a que no se ha registrado un mes muy caluroso, los tres agentes y dos auxiliares de la Policía Local ya han impuesto más de 300 sanciones.

La mayor parte de esas sanciones, por encima del 80%, se han impuesto en las proximidades de las playas, especialmente en lugares como Cabodeiro, Aguillón, Gradín y Carreirón. Casi todos los infractores no son vecinos de A Illa y su decisión de no respetar las señales que impiden el paso de vehículos hacia las playas les ha supuesto una sanción de 200 euros.

La mayor parte fueron por estacionar en zonas de playa y encima de espacios dunares

Mención aparte tienen las autocaravanas. Desde hace años, A Illa tiene un serio problema con su ordenación, sobre todo con aquellas que estacionan, o incluso acampan, encima de espacios dunares o en caminos de tierra. Las que son sorprendidas estacionadas en lugares prohibidos reciben una sanción de 200 euros, pero aquellas a las que se les sorprenda acampando, es decir, con mesas y sillas fuera del vehículo, así como el toldo desplegado, se exponen a recibir una sanción de 600 euros. A Illa cuenta con 24 plazas de estacionamiento público para autocaravanas, a lo que hay que sumar la existencia de un área privada en las proximidades de Carreirón que es a donde deben dirigirse estos vehículos.

El edil de Seguridade Cidadá de A Illa, Luis Arosa, reconoce que “no podemos permitir los desmanes ocurridos el pasado año, donde mucha gente se saltó a la torera las normas, poniendo en peligro recursos naturales muy importantes para nosotros”.

Además de las sanciones, el Concello también ha cerrado el acceso a diferentes playas para evitar que puedan pasar vehículos, sobre todo a aquellas que más sufrieron el pasado año, como fueron Riasón, Mallón y el entorno de Gradín.