El Arosa se sometió ayer a los primeros rigores de la pretemporada. Un total de 21 jugadores acudieron a la primera convocatoria del curso que arrancó a las órdenes de Jorge Otero.
Antes de iniciar el primer entrenamiento de la temporada, la plantilla se sometió a unos reconocimientos médicos que continuarán a lo largo del día de hoy en la clínica Jacinto López. A continuación las pruebas continuaron con un análisis de la pisada a cargo del podólogo Pedro Lago y los pertinentes tests de antígenos que marca el protocolo de competición. Inmediatamente después los jugadores saltaron al campo para realizar su primer entrenamiento como equipo de Segunda RFEF.
Pedro García y Pablo Porrúa fueron los únicos ausentes al estar confinados tras haber mantenido contacto con un positivo COVID
El preparador físico Miguel Fontán fue el encargado de activar a los futbolistas en un entrenamiento que fue básicamente una primera toma de contacto sobre el césped natural del estadio de atletismo de Fontecarmoa. La parte central de la sesión siempre tuvo al balón como protagonista, a la espera de ir intensificando el trabajo a medida que avancen los días.
Cabe señalar que de entre los jugadores citados en primera instancia para empezar la pretemporada se tuvieron que ausentar tanto Pedro García como Pablo Porrúa. Ambos jugadores están confinados al haber tenido contacto directo con un positivo por COVID y se incorporarán al trabajo los próximos días.
Por otro lado, el Arosa disputará su primer partido de la pretemporada en poco más de una semana. Será el jueves 5 de agosto en A Lomba ante el Rácing de Ferrol. El domingo día 8 y ante el Rápido de Bouzas disputarán también en A Lomba la primera eliminatoria de la Copa RFEF.