Las centrales Comisiones Obreras (CC OO) y Confederación Intersindical Galega (CIG) se empeñan en mantener abierta una guerra sindical tan absurda como estéril que iniciaron ya hace meses y en la que se libran constantes batallas.
Todo a raíz de las negociaciones y el estrepitoso fracaso de unos y otros, al menos de momento, para intentar salvar la conservera grovense Thenaisie Provote y su centro logístico de Mos.
Mientras la industria sigue agonizando, sin que la Xunta, el Concello, los sindicatos ni los compradores interesados logren revertir la situación, lo que hacen los sindicalistas es tirarse de los pelos entre ellos y lanzarse duras acusaciones y descalificaciones, algunas de tintes delictivos, que deberían dirimir en sede judicial, ya que en poco o nada ayudan para lograr el que debería ser su único objetivo: salvar la empresa.
Lo que sí están logrando con su guerra sucia es manchar el nombre de la factoría asentada en el barrio de Rons y crispar los ánimos de unos trabajadores que están cada vez más enfrentados entre ellos, dependiendo de a qué sindicato pertenezca cada uno o con cuál simpatice más.
Así las cosas, tras los improperios y zancadillas de meses previos, el viernes pasado fue la CIG quien arremetió contra CC OO, mientras que ayer fue el segundo sindicato el que “disparó” contra el primero, confirmando así un fuego cruzado que está causando importantes daños colaterales en la plantilla.
"Contra los derechos de los trabajadores"
Esta vez, Comisiones acusa a su sindicato rival de atentar “contra los derechos e intereses de los trabajadores”, dejando claro que “la CIG tiene la mayoría en el comité de empresa, pero no tiene el apoyo mayoritario de los trabajadores, que están afiliados a CC OO y que, por unanimidad, apoyaron la propuesta de compra realizada por Tomas Guillén”.
De ahí que sea “la que respalda nuestro sindicato sin ningún tipo de duda, porque es la que garantiza el futuro y va a seguir permitiendo tener una industria que sea motor de economía y empleo en la comarca”.
Luis María, secretario xeral de Industria de CC OO en O Salnés y el responsable autonómico de esta área, Francisco Vilar, arropados por miembros del comité de empresa, querían salir así al paso de las “acusaciones sin fundamento de CIG” y de “su intento por desacreditar a nuestro sindicato, a pesar de que somos la única voz válida para que el proceso de Thenaisie salga adelante, aunque en CIG tengan nuevamente intereses oscuros para que no sea así”.
No dudaron en arremeter con dureza contra Rosa Abuín, la principal representante de CIG en este proceso, y contra la presidenta del comité de empresa, diciéndoles que “deberían sentir vergüenza por sus difamaciones e incitación al acoso hacia las compañeras que no quieren hacer lo que CIG busca en beneficio de sus propios intereses”.
No contentos con esto, y dando rienda suelta a su enfado y a la lucha sindical aludida, llegaron a decir que “todo el mundo sabe que CIG incita a las amenazas, insultos, la falsedad en documento público y las mentiras ante el juez”.
Dicho lo cual, en CC OO sostienen que “la CIG apuesta por un cortoplacismo, pero de poco o nada servirá salvar la conservera para dos años y volver después a una situación incluso peor, ya que el deterioro será mayor”.
Lo que quiere decir CC OO es que “tras estudiar todas las propuestas (opciones de compra), pensando únicamente en el beneficio de los trabajadores actuales y futuros, pues de poco nos vale un plan de mantenimiento del 100% del empleo si no existe un plan de futuro para la empresa, concluimos que el proyecto de Tomás Guillén tiene futuro”.
Y esto es así, argumentan, “porque contempla una profunda remodelación de la fábrica con una visualización a largo plazo que permitirá reincorporar a las trabajadoras de forma escalonada a medida que se modernice la fábrica, para situarla de nuevo entre las más viables”.
Nada que ver, insiste CC OO, con la propuesta del empresario vigués Alfonso Caneiro que siempre defendió la CIG, “a pesar de que no incluía ningún plan empresarial, ni siquiera tenía acuerdos con la banca para conseguir la empresa y pedía dinero de la Xunta a cambio de poner un solo euro”, denuncia Comisiones.
También habló de la retirada de la oferta de Conservas Dani, para decir que tras ese paso “la única opción real, viable y de futuro es la de Tomás Guillén”.
CIG indicaba el viernes pasado que “la empresa Tomás Guillén propone en su oferta mantener cuatro empleos en O Grove, Canet plantearía conservar 71 y Rías Baixas, 77”.
Según Rosa Abuín, Comisiones había presentado alegaciones, pidiendo supuestamente a los administradores concursales que rechacen las dos últimas ofertas “en base a tecnicismos o porque no se reunió al comité”.
