Aldea a aldea, parroquia a parroquia, río a río... Durante meses, la funcionaria municipal Marina Reboredo peinó cada lugar del Ayuntamiento de Meis anotando todos los bienes patrimoniales que encontraba a su paso: desde los más grandes y suntuosos, como los pazos o las casas rectorales, hasta los más sencillos y olvidados, como los petroglifos, los “cruceiros”, las fuentes, los “atrancos” o los lavaderos ocultos entre la maleza.
Este verano, los concejales del gobierno municipal se han organizado para recorrer cada uno de ellos una o dos parroquias y completar y pulir el trabajo iniciado por la funcionaria. A falta de los resultados definitivos, Meis censará más de 1.500 elementos patrimoniales en su concello. Y estos serán los ejes que vertebren una red de rutas verdes, pensadas para explorar la riqueza cultural y natural de Meis.
“Nosotros no tenemos costa, pero estamos rodeados de ayuntamientos que sí la tienen”, recuerda José Ramón Juviño, concejal de Patrimonio y promotor de este proyecto para que Meis se sitúe a la vanguardia en cuanto a turismo rural. “Nuestros concellos vecinos tienen playa, y nosotros monte”, añade el edil, recordando de este modo que todo suma y que de la unión de fuerzas puede surgir una propuesta turística comarcal más completa y atractiva.
El objetivo del Ayuntamiento de Meis es convertirse en un destino apetecible para todos aquellos que buscan un entorno tranquilo en el que alojarse, o que les gusta conocer un lugar haciendo rutas, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo. Pero para eso, lo primero es descubrir lo que se tiene, y esa fue la encomienda que se le hizo a Marina Reboredo, después de que la súbita irrupción de la pandemia la dejase sin su trabajo de monitora deportiva municipal.
El inventario provisional ya recoge unos 1.500 bienes patrimoniales (aunque se espera que esta cifra se amplíe con las últimas inspecciones), entre los cuales figuran desde 59 “cruceiros” hasta 64 fuentes, pasando por medio centenar de lavaderos, de los cuales una gran parte de ellos también tenían surtidor de agua para el consumo humano.
También se han anotado más de 630 hórreos -en buena parte de O Salnés se les conoce como “piornos”-, una construcción ideada para secar el grano, fundamentalmente maíz, y que llama mucho la atención de los visitantes.
Meis es, asimismo, un municipio con un gran número de molinos de ríos. Ya hay censados unos 75, de los cuales 44 se encuentran en la parroquia de Armenteira.
En cuanto los concejales concluyan el trabajo de campo, el siguiente paso del proyecto consistirá en catalogarlo todo y establecer qué elementos patrimoniales en ruinas o en mal estado es prioritario restaurar. La última fase sería el diseño de las rutas temáticas.
Las casas “labregas”
Uno de los elementos patrimoniales que más llama la atención de Juviño por su potencial de transformación socioeconómica son las casas “labregas”.
Este tipo de construcciones con corral presentan una tipología arquitectónica muy singular, y varias de ellas se han transformado en casas de turismo rural. Pero, ¿podría haber más negocios de estas características en Meis? “En nuestro municipio hay un mínimo de 350 casas labregas -explica José Ramón Juviño-, y más de 150 casas de campo en ruinas. Esto es importante porque significa que tenemos un enorme potencial tanto desde el punto de vista del turismo rural como en lo referente a la rehabilitación y la reconstrucción”.
El inventario indica asimismo que en el término municipal hay 16 pazos y 10 casonas, un número más que suficiente para articular una ruta que permita a los viajeros conocer todas estas edificaciones o, al menos, las más singulares. “Hay muchísimas posibilidades, desde una ruta de pazos, hasta una de iglesias o de miradores”.
El puente más largo está en la parte alta del Castrove
Meis carece de un buen inventario municipal de bienes patrimoniales. Juviño explica que el anterior gobierno local contrató uno con una empresa, pero que el resultado del trabajo no estuvo a la altura de lo esperado. Según el edil, solo en una parroquia del municipio, ya se han registrado este año más bienes de los que anotó la empresa en todo el concello. Durante las caminatas, aparecen elementos tan sorprendentes como espectaculares.
De algunos de ellos apenas existen referencias escritas o solo eran conocidos por algunos lugareños. Juviño resalta, a modo de ejemplo, un puente de piedra de cantería tallada existente en las proximidades de A Escusa, en el monte Castrove, y que pasa por ser, “el puente más grande que tenemos en Meis”. Tiene, además, el atractivo de encontrarse junto a las fuentes del río San Martiño.
Un “cruceiro romano” encontrado durante el inventario en una recóndita pista forestal que une Gondes y Castiñeiras es otro de los tesoros localizados durante este minucioso trabajo llevado a cabo por el Ayuntamiento de Meis. Estas labores también han permitido localizar elementos que estaban literalmente enterrados por la maleza y condenados por tanto al olvido.
Planes para los petroglifos y para la recuperación de lavaderos
Además del diseño de las rutas verdes, el proyecto emprendido por Meis favorecerá una rehabilitación más racional y planificada del patrimonio. El Ayuntamiento lleva meses actuando sobre diferentes elementos, como la fuente de Señoráns, en Paradela, o el entorno del lavadero de Fofán, en Armenteira.
Recientemente, se concluyó también la rehabilitación del hórreo de la antigua casa parroquial de San Martiño de Meis, una bonita construcción de diez pies y cuatro tramos, que quedará integrada en un conjunto formado por el futuro centro sociocultural -se ha rehabilitado una parte de la que fue vivienda del cura-, y un parque infantil. Pero el gobierno municipal tiene en mente muchas más iniciativas de este tipo.
El Ayuntamiento ultima un ambicioso proyecto para los petroglifos de Outeiro do Cribo
Otra de las ideas que maneja José Ramón Juviño es la de recuperar una fuente-lavadero existente en Cabeza de Boi, e integrarla en la Aldea Labrega y la Ruta da Pedra e da Auga, dos de los recursos estrella del turismo rural arousano. El edil subraya igualmente el valor artístico de una antigua fuente con tres caños existente junto a la Escuela Laica de Cabeza de Boi. También le gustaría restaurarla.
Otro capítulo muy destacado en los planes del Concello de Meis para construir un municipio especializado en turismo verde y cultural son los petroglifos de Outeiro do Cribo. Juviño quiere ponerlos en valor y promover las visitas a este espacio, para lo cual ha pedido la ayuda de los arqueólogos de la Diputación de Pontevedra. A Juviño le gustaría asimismo crear una ruta educativa por la cima del monte Castrove, y que permitiría conocer las enigmáticas ruinas de la antigua capilla de Santa Mariña. El escenario es inmejorable.
