El verano se convierte en la temporada propicia para la proliferación de campamentos deportivos. Son muchos los clubes que apuestan por dar continuidad a su actividad competitiva, pero desde otra perspectiva. La misma que deja a un lado el componente competitivo para potenciar la parte lúdica. socio-cultural y de convivencia.
El Escola Deportiva Arousa, y gracias a la colaboración de la Fundación de Deportes, ha apostado fuerte por un campamento que reúne todos los requisitos para convertirse en atractivo para cualquier familia. Desde la posibilidad de practicar fútbol, intrínseca a la naturaleza de la organización, pasando por la práctica del multideporte, las excursiones y también una parte cultural que tiene en el acercamiento a disciplinas como la capoeira o la familiarización con la lengua inglesa su base de operaciones.
Son muchos los clubes que apuestan por dar continuidad a su actividad competitiva, pero desde otra perspectiva. La misma que deja en el verano a un lado el componente competitivo para potenciar la parte lúdica. socio-cultural y de convivencia
La dinámica de la actividad se desarrolla a lo largo de los meses de julio y agosto, dando la oportunidad de que cada familia adopte el tiempo que estime oportuno para dejar a sus hijos. El campo de A Pelada es el lugar donde a las nueve de la mañana arranca la jornada para finalizar cinco horas después. Un tiempo en el que los juegos, la diversión, pero sobre todo las experiencias, enriquecen la jornada.
El campo de A Pelada es el lugar donde a las nueve de la mañana arranca la jornada para finalizar cinco horas después
Con todos los participantes perfectamente uniformados con ropa del campamento cada día les espera una sorpresa. Como no solo de fútbol depende la diversión, disciplinas como crossfit, capoeira, zumba o taekwondo también se añaden a un menú muy variado. Incluso excursiones como la realizada ayer por la Ruta da Pedra e da Auga, viajes a la isla de Ons o al parque acuático de Cerceda, así como jornadas de pilotaje de karts, mini-golf y canoa, también conforman la oferta para los cerca de medio centenar de menores que comparten sensaciones cada día.
Luis Treviño, director de la actividad, señala que “por razones COVID hemos reducido los grupos, pero con todo ello la aceptación que está teniendo el campamento está siendo mucho mejor de la prevista. Después de los dos meses de actividad pasarán más de 200 niños por el campamento que es una muy buena cifra”.
Otra de las cuestiones en las que se incide es en inculcar buenos hábitos alimenticios. Por ello se prohiben en las meriendas productos como la bollería industrial o las bebidas gaseosas. Todo ello para equilibrar la diversión y el aprendizaje.
