El de ayer no fue un concierto para personas con problemas cardíacos. La irrupción de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba en el Atlantic Fest fue todo un vendaval de energía, intensidad y decibelios en un Auditorio que colgó el cartel de todo vendido sobre una capacidad máxima permitida de 258 localidades.
Todos los presentes sabían aquello que iban a presenciar y aún así salieron impresionados con lo presenciado y escuchado. Y es que el sonido de la banda andaluza es un ejercicio de potencia, personalidad, guitarrazos y energía desbordante. Todo ello con una acertada fusión de estilos que adquiere una mayor expresión en su segundo álbum Hilo Negro.
El sonido de la banda andaluza es un ejercicio de potencia, personalidad, guitarrazos y energía desbordante
El rock duro con influjos flamencos, árabes y setenteros se convierte en la base argumental de un repertorio pleno de decibelios y rasgueos de guitarra. Los Papi aka Pachuli, Soni, Bacca, Dandy Piranha, Víctor Vön Máscara y Gringo, componentes del sexteto sevillano, confirmaron que tienen una imagen y un sonido fuera de todo cliché. Una puesta en escena en la que tienen cabida temas con aire funky con gritos melódicos que alimentan el misticismo perseguido. Todo con un estilismo que ayuda también a esa indefinición temporal que desprenden sus acordes.
Una música que es capaz de rescatar estilos que parecían olvidados y añadirles la dosis oportuna de vanguardia
El psicodélico impacto de la actuación estuvo fuera de toda duda durante las cerca de dos horas que duró el paso de los andaluces por el escenario Xacobeo 21-22. Un grupo que dejó patentes algunas de las razones que le han llevado a convertirse en número uno de ventas de música en vinilo en nuestro país en base a una música que es capaz de rescatar estilos que parecían olvidados y añadirles la dosis oportuna de vanguardia. Una apuesta de la organización nuevamente acertada que adquiere mayor relevancia teniendo en cuenta que ya estaban incluidos en el cartel de un 2020 que conviene olvidar.
Turno para Anni B Sweet
También en el Auditorio, hoy es el turno para Anni B Sweet. Todo un cambio radical respecto a lo visto ayer en esa amalgama de estilos, sonidos y puestas en escena que es la esencia del Atlantic Fest.