Indignación y estupor. Es lo que dicen sentir vecinos y visitantes al ver el deplorable estado de mantenimiento en que se encuentra la estación intermodal de O Corgo (O Grove).
En estas instalaciones, donde se despachan billetes tanto para los autobuses como para los barcos de pasajeros, la suciedad parece haberse apoderado de todo, al igual que el abandono de elementos tan fundamentales en un lugar así como son los aseos públicos.
A pesar de tratarse de un lugar masivamente visitado, sobre todo ahora, cuando decenas de miles de turistas acuden a O Grove, la estación ofrece “una imagen tercermundista que perjudica al conjunto del pueblo”.
Así lo explican algunos de los ciudadanos que ya han denunciado estos hechos en ocasiones anteriores y otros que esta vez han presentado las correspondientes reclamaciones.
El pasado mes de mayo los propios vecinos advertían –grupos como Esquerda Unida se hicieron eco de ello– de que se avecinaba el verano y la estación no estaba a la altura.
Portos de Galicia, el ente público al que pertenece la instalación y que en su día adjudicó la concesión de esta estación intermodal y su mantenimiento, lo achacó entonces a un problema particular y puntual del concesionario que, en cualquier caso, resolvió de inmediato.
Lo que ocurre es que las cosas parecen haber empeorado, sobre todo por el estado de los aseos, donde “las tazas no se limpian y las papeleras no se vacían”, denuncian los usuarios.
Esto también provoca “olores insoportables que no se pueden soportar” –garantizan– y se hacen notar “tanto en la estación como en la cafetería de la misma y en la calle”.