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El sector del mar rechaza de raíz la reapertura de la mina de Touro

Hasta 35 colectivos estuvieron representados en la rueda de prensa de A Illa. Noé Parga

Una amplia representación de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) ha vuelto a mostrar su total rechazo al que catalogan como “nuevo proyecto de explotación” para la mina de Touro. El Concello de A Illa fue el lugar donde representantes de cofradías de pescadores y agrupaciones de productores de mejillón, además de la Plataforma mina Touro-O Pino Non y otros colectivos ecologistas y sociales, mostraron su más firme oposición a la intención de reapertura.

Después que el pasado febrero la Consellería de Industria rechazara definitivamente la actuación, los colectivos ayer representados denuncian el intento de la minera por “volver a intentarlo tratando de convencer de las bondades de un eventual proyecto minero”. Incluso aportan en su exposición que “a esta campaña de propaganda se añade que la empresa ya presentó en el Concello de Touro una nueva solicitud de compatibilidad urbanística, trámite que supone el primer indicio oficial”.

Niegan la licencia social a un proyecto extractivo que "pretenda explotar a cielo abierto el cobre en Touro, y exigimos que afronten la restauración del destrozo ambiental dejado por la minera en los últimos 35 años"

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La postura de la PDRA ante los movimientos iniciados no es otra que dejar claro a Cobre San Rafael-Atalaya Mining y a la Xunta que “no vamos a dar licencia social a un proyecto extractivo que pretenda explotar a cielo abierto el cobre en Touro, y exigimos que afronten la restauración del destrozo ambiental dejado por la minera en los últimos 35 años”.

En lo relativo a la restauración ambiental el grupo también exige una actuación inmediata. El hecho de que la mina esté fuera de actividad desde 1986 es la base del argumento de la minera para no asumir la denuncia de los colectivos representados señalando que en aquella etapa de actividad (1972-1986) “no había exigencia de restauración ambiental vigentes en la actualidad”. Un argumento que rechazan desde la PDRA, tanto por la “falta de responsabilidad ante la contaminación” como por catalogar la justificación de la empresa de “falsa porque ya estaba establecida la necesidad de restaurar el daño causado al territorio”.

También mostraron su total rechazo a las medidas que plantea la minera a modo “compensatorio” para la zona basados en plantas de tratamiento de purines, residuos de construcción o una depuradora

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La crítica también va dirigida a la Xunta de Galicia. En este sentido hacen referencia a la exigencia planteada por el Conselleiro de Economía, Francisco Conde, a la empresa de tramitar un plano de restauración del estado ecológico de los ríos del entorno, “año y medio después no cumplió con su palabra ni tomó medidas sancionadoras. ¿Connivencia quizás?”.

También mostraron su total rechazo a las medidas que plantea la minera a modo “compensatorio” para la zona basados en plantas de tratamiento de purines, residuos de construcción o una depuradora. Un planteamiento que desde PDRA califican de “estrategia para camuflar los graves déficits medioambientales derivados del proyecto minero ya señalados por Augas de Galicia en sus demoledores informes medioambientales”.

Denuncian la contaminación de la cuenca fluvial del río Ulla

Otra cuestión que no pasan por alto en la postura de oposición frontal es lo referido a que “los últimos documentos técnicos que la minera está trasladando a cofradías y vecinos son una copia casi literal de los que ya figuran en el expediente administrativo del proyecto rechazado. La empresa no puede ocultar que más de 65 kilómetros cuadrados de la cuenca fluvial del río Ulla muestran una grave contaminación por los drenajes ácidos y los metales pesados de la mina”.

Señalan también desde la PDRA que es fundamental eliminar cualquier fuente de contaminación para “garantizar la calidad de los productos del mar, la viabilidad de las explotaciones, la biodiversidad de la Ría de Arousa y, por lo tanto, el turismo y la gastronomía”. Lo que supone también el rechazo a la postura de la empresa de el río Ulla tiene un poder de disolución muy alto de todo tipo de material”. La exigencia de paralización del proyecto en Touro, así como la restauración de la mina abandonada, recuerda además que la ría de Arousa está a menos de 50 kilómetros de la mina y el núcleo de población de Arinteiro está a solo 150 metros.

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