La segunda jornada de la campaña de la nécora permitió que se incorporaran a la actividad más pescadores, que se largaran más nasa y que se intensificara el trabajo nocturno, lo cual es más importante de lo que puede parecer, ya que es cuando más se mueve este crustáceo.
Todo esto hizo que, a pesar del mal tiempo reinante y de que buena parte de la flota esperará hasta el lunes para largar sus aparejos, se registrara un notable aumento de capturas y empezaran a llegar a puerto los ejemplares de mayor tamaño, de ahí que se dispararan las cotizaciones en lonja.
Prueba de ello es que la de O Grove, que el jueves subastaba 89 kilos a un máximo de 41 euros, ayer despachó 160 kilos, con un tope de 66 euros por kilogramo, de nuevo dejando el mínimo en unos más que aceptables 12 euros.
Otra prueba de la mayor calidad del producto descargado ayer es que los 66 euros a los que se vendieron los 3,5 primeros kilos no fueron un espejismo, ni mucho menos. De ahí que los siguientes dos kilos de nécora salieran a 53 y se despacharan los siguientes seis a 50 euros.
También se vendieron más de cinco kilos a 45 euros, ocho a 44, otros tantos a 40, cerca de diecisiete a 35 y tres kilos a 30 euros; todo ello más impuestos.