El COVID-19 nunca se había ido, por mucho que algunos pensaran que sí, sobre todo desde que las mascarillas dejaron de ser obligatorias en espacios públicos.
Pero ahora quizás quienes se confiaron en exceso puedan recapacitar, especialmente en localidades como O Grove, que vuelve a tener casos positivos registrados oficialmente por el Sergas después de prácticamente todo el mes sin incidencia alguna.
Recordando lo sucedido en Semana Santa, la localidad meca deja de ser un pueblo libre de COVID para situarse entre los afectados por la pandemia, de ahí que ahora solo quede esperar que la situación se controle pronto y no vuelvan a dispararse los contagios como cuando este municipio, con más de setenta afectados, se convirtió en uno de los más castigados de Galicia y, en consecuencia, uno de los sometidos a mayores restricciones.
Lo que está claro es que “se acabó la tregua”, como decía esta misma mañana un preocupado José Cacabelos, quien hace un nuevo llamamiento a la responsabilidad individual de sus vecinos y los muchos turistas que disfrutan de la localidad este verano.
Los jóvenes, un grupo de alto riesgo
Preguntado por el grupo o colectivo al que pertenecen esos dos casos activos, responde que, a falta de confirmación oficial, “podría tratarse de jóvenes, de en torno a los 18 años, es decir, un grupo de alto riesgo ahora mismo”.
Cierto es que se trata de un colectivo más amenazado que nunca por el coronavirus, sobre todo debido a la “explosión” de casos derivada de la celebración de botellones, al macrobrote originado en Baleares y a la variante delta, detectada por primera vez en la India y considerada hasta un 60% más transmisible que la alfa, originada en Inglaterra.
Vilanova y Cambados, entre los municipios que suben de nivel
Razones, todas ellas, que ayer mismo llevaron al comité clínico a poner freno a la desescalada situando en el nivel medio de restricciones a nueve municipios, como son Pontevedra, Vilaboa, Oia, Barro, Cambados, Poio, Vilanova, Cambre y Castroverde; mientras que en alto se sitúan Sarria y Carnota.
“El COVID sigue ahí fuera y no hay que bajar la guardia, sino que debemos actuar con cautela y precaución, pensando en nosotros mismos y en el conjunto de la sociedad”
De ahí que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, alertara de las consecuencias del “ocio descontrolado” y reclamara que no se hicieran esos botellones que, a pesar de ser “ilegales y un foco de contagio seguro”, siguen llevándose a cabo a lo largo y ancho de la comunidad.
"La mayor preocupación se deriva de la situación en que se encuentra la población de menos de 30 años, ya que está sin vacunar, y de la peligrosa confianza que están generando el aumento de la vacunación y no tener que llevar mascarilla"
También en la comarca de O Salnés, tal y como se comprobó el fin de semana pasado, cuando el adiós a las mascarillas y las fiestas de despedida de curso académico convirtieron la “movida” en un “desfase”. Muy particularmente en Vilagarcía y Vilanova, como se detalló el lunes en FARO DE VIGO.
Conscientes de ello, alcaldes como José Cacabelos apelan a la concienciación y colaboración de los jóvenes. No oculta su preocupación ni la del presidente de la Xunta, con quien se reunía ayer en Vigo.
En ese encuentro “también hablamos del COVID y Feijóo reconocía que el comportamiento de O Grove estaba siendo bueno, aunque coincidíamos en que la preocupación va en aumento, ya que la incidencia a siete días sigue creciendo”, reflexiona el regidor.
A lo que añade que “la mayor preocupación se deriva de la situación en que se encuentra la población de menos de 30 años, ya que está sin vacunar, y de la peligrosa confianza que están generando tanto el aumento de la vacunación a nivel general como el hecho de no tener que llevar mascarilla en sitios públicos -continúa Cacabelos-; es una confianza que se está llevando al extremo, como si ya no existiera la pandemia, y ese es el mayor problema que vamos a tener”.
El peligro de los botellones y las fiestas privadas, que van en aumento
Abundando en todo ello, y coincidiendo con lo apuntado por FARO en relación con el descontrol de la “movida”, José Cacabelos declara que "también en O Grove se está detectando una proliferación de fiestas privadas y botellones en los que no se mantiene ningún tipo de medida de prevención o seguridad, por lo que funcionan como un foco de contagio muy preocupante”.
"También en O Grove se está detectando una proliferación de fiestas privadas y botellones en los que no se mantiene ningún tipo de medida de prevención o seguridad"
De ahí que el máximo mandatario insista en lanzar un mensaje ya conocido: “El COVID sigue ahí fuera y no hay que bajar la guardia, sino que debemos actuar con cautela y precaución, pensando en nosotros mismos y en el conjunto de la sociedad”.
Preocupación por la hostelería local: “Van a pagar justos por pecadores"
En relación con esto, y con el hecho de que “ahora el grupo de población más amenazado es el formado por los menores de 30 años, porque están aún sin vacunar”, Cacabelos transmite la creciente preocupación que le trasladan también los hosteleros, ya que “como consecuencia de este descontrol por parte de algunos jóvenes la incidencia puede dispararse, y eso afectará a todos, pues las posibles restricciones a adoptar van a tomarse para todo el pueblo y no solo para ese segmento poblacional de mayor riesgo”.
Dicho de otro modo, que “van a pagar justos por pecadores, y la hostelería puede verse seriamente afectada si esto continúa al alza y vuelven los cierres o limitaciones de horarios y aforos”.
Y, por cierto, no hay que perder de vista el hecho de que los jóvenes constituyen un segmento mayoritario entre los trabajadores del sector turístico grovense, de ahí que un descontrol en los contagios en plena campaña estival pueda ser la estocada definitiva para muchos de los hoteles, restaurantes, bares, comercios y demás establecimientos mecos.
“La hostelería está empezando a vivir un verano que puede ser excelente en cuanto a masiva afluencia de visitantes, consumo y recuperación de la economía en general; pero puede estropearse por completo y acabarse antes de tiempo"
Todos ellos, negocios que “están empezando a vivir un verano que puede ser excelente en cuanto a masiva afluencia de visitantes, consumo y recuperación de la economía en general”. Pero también un verano que “puede estropearse por completo y acabarse antes de tiempo si no controlamos la situación, por eso insisto en pedir a los jóvenes que no se relajen y animo a toda la población a mantener la mascarilla puesta el mayor tiempo posible”.
Dicho lo cual, José Cacabelos termina advirtiendo de que “hoy son dos casos, pero esto es algo muy serio, como ya estamos viendo en otras localidades, por lo que debemos ser conscientes de que podemos sufrir un duro revés, capaz de arruinar todo este maravilloso verano que nos espera”.
