Cumplimiento generalizado en Vilagarcía a la hora de desprenderse de la mascarilla. El propio alcalde, Alberto Varela, manifestaba su “sorpresa” por lo “prudente que están siendo la mayoría de los ciudadanos” durante el primer día en el que se permite permanecer sin cubrebocas en espacios al aire libre. Y es que a lo largo de la jornada, tanto por la mañana como por la tarde, una inmensa mayoría de los viandantes caminaban por el centro de la ciudad protegidos con la mascarilla, mostrando así su responsabilidad para frenar el coronavirus. La capital arousana contabiliza dieciséis positivos, la misma cifra que el día anterior.
El regidor socialista recordó que solamente se permite quitar el tapabocas en espacios abiertos siempre y cuando se pueda garantizar la distancia de metro y medio con las personas no convivientes. En el centro de las ciudades es complicado no cruzarse cerca con gente desconocida, por lo que hay que continuar llevándolo. “Esperemos que no sea necesario que la Policía Local multe a nadie”, confía Varela.
Incluso deportistas
Dando un paseo hasta Vilaxoán sí que se podía observar a algunas personas haciendo deporte o paseando en solitario o en pareja sin mascarilla, aunque siempre llevándola en un brazo o a mano para ponerla en caso de ser necesario. Incluso algunos runners o ciclistas que iban solos la llevaban puesta tapando boca y nariz.
Vacunación
Por el momento está inmunizada menos de la mitad de la población en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés, ya que a principios de semana habían completado la pauta el 37% de los vecinos. Un 21% había recibido la primera dosis.
Esta ha sido una semana de actividad intensa en el pabellón vilagarciano de Fexdega, con una media de un millar de personas citadas cada día para vacunarse contra el COVID.
Hoy domingo baja el ritmo de la actividad con 343 vecinos citados de entre 50 y 59 años en horario de mañana para inocularse la segunda dosis de Pfizer.