Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juzgados por lucir un reloj de oro robado durante una cena en Sanxenxo

Vista de As Sinas donde se asienta el chalé en el que se registró el robo.

Una suerte de carambolas permitió a la policía esclarecer uno de los robos más espectaculares en un domicilio de Vilanova de Arousa ocurrido en 2010, del que “volaron” media docena de relojes de oro y otras joyas valoradas por la víctima en unos 300.000 euros.

No fue hasta 2011 cuando los agentes pudieron dar con la primera pista que condujo dos años después a la detención de los dos individuos encausados pues disponían de una grabación de teléfono que realizó la víctima tras coincidir por casualidad durante una cena en un restaurante de Sanxenxo con el supuesto ladrón que lucía su exclusivo e inconfundible reloj de oro.

El hombre, seguro de que esa joya era suya, se empeñó en recuperarla. Así, gracias a un amigo en común accedió a su número de móvil logrando ponerse en contacto con él y a la vez conseguir una grabación en la que el hombre se mostraba dispuesto a devolverle el reloj y la parte del botín del que aún no se habían deshecho.

La conversación finalmente no llegó a buen término pero otra casualidad de la vida acelera de nuevo los acontecimientos. Fue en 2013 cuando la que era novia de uno de los supuestos asaltantes acudió a la Guardia Civil de Arcade para denunciar que fue víctima de violencia de género y delató a su exnovio al que relacionó con un supuesto grupo criminal que en la primera década del presente siglo era investigado por numerosos delitos de robo en viviendas.

La mujer, en cierto modo por despecho, reveló el escondite del garaje en el que podrían encontrarse las armas y que se situaba en un altillo con trampilla del garage.

Armas en un altillo del garage

Una vez allí, los agentes encontraron numerosas armas así como un maletín con gran cantidad de joyas, entre ellas los relojes y otras pieza que tres años antes habían desaparecido del chalé de Vilanova de Arousa, y que fueron identificadas por la víctima cuando le fueron mostradas.

Los dos implicados declararon esta pasada semana en el juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra por aquellos hechos y se enfrentan a sendas penas de 3.5 años de prisión, aunque todavía están pendientes de declarar por el supuesto delito de integrar una peligrosa banda criminal dedicada al asalto de viviendas.

En la denuncia, la víctima indicó que fue el día de los Santos Inocentes de 2010 cuando sufrió un asalto en su domicilio particular de As Sinas en el que conservaba varios relojes de oro, joyas a las que era muy aficionado.

En la vista se llegó a hablar de al menos cinco o seis piezas de las mejores marcas con precios de entre 18.000 y 30.000 euros como mínimo, pero el afectado echaba sobre todo en falta uno de ellos, precisamente el que le llamó la atención cuando se lo vio en la muñeca a uno de los investigados en el restaurante de Sanxenxo.

En la vista aseguró que era una pieza tan exclusiva que para él resultaba inconfundible, aunque no tenía marcas personales como la fecha, el nombre u otras características diferenciadoras, simplemente porque no le hacía falta.

Compartir el artículo

stats