La Unidad de Desarrollo Infantil y Apoyo Familiar (Udiaf) de O Salnés registra desde hace años una lista de espera que se ha agravado con la pandemia (ahora se cifra en 70 niños), hasta el punto de que el servicio (prestado por la Asociación Galega de Atención Temperá y financiado íntegramente por la Xunta) solo es capaz de absorber un 68% de la demanda, lo que significa que más del 30% de los menores de 0 a 6 años que necesitan una atención temprana deben esperar. ¿Cuánto? Actualmente un año y tres meses, según reconoce la coordinadora de la Unidad, Gena Martínez, quien califica esta demora de “inaceptable”.
Setenta niños están en lista de espera, con una demora media de un año y tres meses para ser atendidos
La Udiaf lleva tiempo reclamando más recursos para poder atender a todos los niños que lo necesitan (por dificultades de lenguaje, comunicación, de hábitos y de conducta, de desarrollo, a nivel emocional, ...), pero la demandada ampliación del servicio que funciona en el centro sociocomunitario de O Ramal (Vilagarcía) todavía no se ha producido.
150 familias al año
La plantilla está formada por tres profesionales que ayudan a unas 150 familias al año. Tanto Gena Martínez como el presidente de la Asociación Galega de Atención Temperá, Jaime Ponte, coinciden en que es necesario un cuarto profesional en la sede de Vilagarcía, así como la apertura de otra unidad en el sur de O Salnés para poder eliminar la lista de espera. “De este modo la unidad norte daría cobertura a una población de unas 50.000 personas entre Vilagarcía, A Illa y Vilanova, y la del sur a otras 50.000 entre los demás concellos: Cambados, Meis, Meaño, Ribadumia, O Grove y Sanxenxo”, señala Ponte.
El representante de la asociación que gestiona la Udiaf ha trasladado “esta preocupación” a los alcaldes arousanos para que presten su apoyo, ya sea cediendo un local para el desarrollo de la actividad o de algún otro modo. “Estamos esperando respuesta”, señala.
Así las cosas, no se decanta sobre un municipio concreto para albergar una segunda unidad en la comarca, pues todo dependerá de la implicación de cada ayuntamiento.
Casos graves
La Udiaf de O Salnés funciona en O Ramal en horario de mañana y tarde. Por las dimensiones de su cuadro de personal (tres personas), está pensada para atender a unos 60 niños (de forma simultánea), cuando a día de hoy se superan los 70. “Dependemos de las altas para poder empezar a atender a los que están en lista de espera” , recuerda la coordinadora, Gena Martínez.
“Cada vez tenemos más problemas para acoger nuevos usuarios porque si las unidades se asfixian, a ellas solo llegan casos graves y se pierde esa parte preventiva tan importante”
Jaime Ponte añade que “cada vez tenemos más problemas para acoger nuevos usuarios porque si las unidades se asfixian, a ellas solo llegan casos graves y se pierde esa parte preventiva tan importante”. La asociación, además de la de Vilagarcía, también se encarga de las unidades de atención temprana de las comarcas de Deza y Bergantiños.
Desinfecciones
El parón por el confinamiento engrosó la lista de espera, a lo que hay que añadir las labores de desinfección de las instalaciones que deben realizar las propias trabajadoras de la Udiaf entre consulta y consulta, por lo que disponen de menos tiempo asistencial. “El regreso está siendo complicado”, valoran.
Día de la Atención Temprana
Ayer se celebró el Día de la Atención Temprana y desde Vilagarcía se conmemoró la efemérides con la lectura de un manifiesto en el exterior del edificio de O Ramal. El acto comenzó antes de lo previsto para evitar el aguacero que se avecinaba, pero durante el discurso ya comenzó a llover, lo que obligó a trasladar a los participantes al interior del inmueble para refugiarse de las intensas precipitaciones.
Un 10% de los menores hasta 6 años necesita este recurso asistencial
En Galicia están en marcha 39 unidades de atención temprana, pero la mitad de los concellos (156 concretamente) todavía no disponen de este servicio a pesar de que “un 10% de los niños de 0 a 6 años lo necesita”, cifra el presidente de la Asociación Galega de Atención Temperá, Jaime Ponte.
“En O Salnés hay unos 5.000 niños de estas edades, por lo que serían unos 500 los que requerirían atención temprana”, agrega. Pero la realidad es que los profesionales ayudan a 150 cada año porque no tienen más recursos.
El manifiesto leído ayer en O Ramal advierte sobre “el factor de desigualdad” que supone el lugar de nacimiento a la hora de acceder a este servicio. “En algunas comunidades autónomas se atiende a menos del 1% y en otras ya se ha alcanzado el 10%”, reza el escrito. En él, las familias y profesionales unidos por la atención temprana reivindican más financiación y recursos, una regulación básica común y crear un programa interdepartamental (entre servicios sociales, sanidad y educación).
“Lo de las pantallas es terrible, acaban siendo las referencias de los pequeños”
Los niños que llegan a la Udiaf lo hacen derivados de la consulta de pediatría en Atención Primaria y también de servicios especializados.
Los problemas más comunes que presentan los pequeños que acuden a la Unidad son dificultades de comunicación, lenguaje, desarrollo, de hábitos e incluso de conducta pese a su corta edad (de 0 a 6 años). “Hay mucha desorientación en la crianza”, advierte el presidente de la Asociación Galega de Atención Temperá, Jaime Ponte.
Pone como ejemplo el uso abusivo de las pantallas. “Es terrible. Muchas veces acaban siendo las referencias de los niños”, sostiene. Opina que el fomento del teletrabajo durante la pandemia no ayudó en este sentido, pues los niños ven a sus padres demasiadas horas pegados al ordenador, tablet o teléfono móvil. Por otra parte, reivindican que “la atención temprana es la inversión más rentable en términos de retorno personal, de salud, de inclusión social, de mejora educativa y oportunidad laboral”.
