Augas de Galicia y los municipios de O Salnés trabajan actualmente en al menos dos proyectos para sustituir las depuradoras de aguas residuales que fueron instaladas a mediados de los años 2000 por la Diputación con fondos europeos. Las estaciones cumplieron una función importante durante años, pero eran modelos baratos e insuficientes para los caudales de O Salnés, por lo que también se han convertido en una fuente habitual de problemas. Alcaldes y concejales de Obras consultados afirman que las depuradoras se colapsan con frecuencia, provocando vertidos a los ríos o el mar.
Augas de Galicia, que depende de la Consellería de Infraestructuras, tiene en proceso de licitación un proyecto de ampliación y puesta a punto de la estación depuradora (EDAR) de Tragove, que incluye la anulación de la pequeña instalación de O Facho (Castrelo). La inversión asciende a unos dos millones de euros, y también se contempla la separación de redes mixtas (pluviales y fecales juntas) en varios tramos.
“Eran modelos muy sencillos, que no están preparados para el volumen de caudales de una parroquia como las nuestras”
Los ayuntamientos de Meis y Ribadumia, por su parte, están trabajando conjuntamente en un proyecto para cambiar sus depuradoras rurales. Solo en Meis hay cinco infraestructuras de estas características, y la alcaldesa, Marta Giráldez, señala que, “eran modelos muy sencillos, que no están preparados para el volumen de caudales de una parroquia como las nuestras”.
Todo empezó en los años 2000. Por aquel entonces, O Salnés recibió una verdadera lluvia de fondos europeos. No pasaba prácticamente mes sin que la Fundación Comarcal do Salnés, la Mancomunidade o la Diputación de Pontevedra presentasen un proyecto millonario financiado con dinero de Europa.
Dos de esos proyectos fueron DepuTrans y RedeSanea. Los impulsó la Diputación, al frente de la cual estaba entonces el ribadumiense Rafael Louzán, y su finalidad era recoger y tratar las aguas residuales de numerosos núcleos rurales. Entre 2006 y 2007 se contrataron e instalaron una treintena de pequeñas estaciones en la cuenca del Miño y en O Salnés.
Gran parte de las redes de saneamiento de O Salnés son mixtas, y eso facilita el colapso de las plantas
La iniciativa fue controvertida desde el primer momento, puesto que si bien el Gobierno central socialista de la época afirmó que todo estaba en orden, hubo un galimatías en la adjudicación y puesta en funcionamiento de las estaciones. A modo de ejemplo, en Meis hubo una apagada durante años porque no le llegaba la conexión eléctrica, y la de Castrelo se colocó en terrenos de Red Natura sin pedir permiso a Costas.
Por si esto no fuese poco, las estaciones no funcionaban bien. Eran modelos baratos y pequeños, y además recibían un volumen de emisiones más elevado del deseado, puesto que en gran parte de O Salnés siguen sin estar separadas las tuberías de recogida de pluviales de las de fecales. En consecuencia, se atascaban con frecuencia, y salían vertidos por los aliviaderos.
El marisco y las playas
El errático funcionamiento de la estación de O Facho repercute negativamente en los bancos marisqueros de Castrelo (que son concesiones de la Cofradía de O Grove) y a las playas de As Saíñas y O Facho. Se trata de dos pequeños arenales, utilizados como zona de baño casi en exclusiva por vecinos de la zona, y cada cierto tiempo las analíticas de sus aguas arrojan resultados negativos. Todo apunta a que estos picos puntuales de contaminación se deben a momentos en los que la depuradora funciona mal.
La estación de O Facho vierte sin depurar por colapso sobre todo en invierno, cuando llueve demasiado y la depuradora no da abasto con la emisión de aguas que recibe, puesto que le llegan tanto pluviales como fecales. Esta circunstancia ya le ha valido más de una sanción económica al Ayuntamiento de Cambados.
"Tenemos dos operarios dedicados en exclusiva, todos los días, incluso los sábados, para resolver incidencias en las plantas"
El concello ya propuso durante el pasado mandato la anulación de esta planta de O Facho y el traspaso de su caudal a la de Tragove, pero la medida fue entonces duramente contestada por los depuradores de mariscos, que temían un empeoramiento de la calidad del agua en su zona de trabajo.
El caso de Paradela
La Diputación instaló cinco depuradoras en Meis en el marco de RedeSanea. Están en Balboa (Armenteira), A Baralla (San Martiño, donde hay dos), San Tomé y Paradela. En el caso de esta última, la red a la que da servicio es mixta, y esto provoca atascos habituales.
Marta Giráldez explica que el principal problema de estas estaciones, “son los atascos”. “De hecho, tenemos dos operarios dedicados en exclusiva, todos los días, incluso los sábados, para resolver incidencias en las plantas".
Samuel Lago: “Es mejor tener esto que nada, pero han quedado desfasadas”
Samuel Lago rompe una lanza en favor de las pequeñas depuradoras rurales. “No eran unos modelos excesivamente buenos, pero la culpa de los vertidos no es solo de las instalaciones”.
El edil de Obras de Cambados, de hecho, considera que, “el problema de fondo es que cuando se hicieron las principales carreteras de la comarca solo se habilitó recogida de aguas pluviales. Pero con el tiempo, la gente fue conectando a esa red las fecales”.
Eso provocó que las redes resultasen pronto insuficientes para unos caudales para los que no habían sido concebidas. El problema se agrava cuando llueve demasiado, momento en el cual, “las depuradoras se saturan porque reciben más caudal del que son capaces de soportar”.
El resultado es que se producen vertidos al mar (o a los ríos) por los aliviaderos. Tanto es así que Samuel Lago plantea que aquella generación de estaciones depuradoras portátiles, “hicieron su papel y, en cierto modo, era mejor tener eso que nada, pero ahora han quedado desfasadas”.
La Xunta admite que incluso la EDAR de Tragove causa vertidos puntuales
La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Tragove es incapaz de tratar correctamente todo el agua que le llega. Por ello, con cierta frecuencia se producen emisiones al mar de agua depurada solo parcialmente, “en la que apenas hay reducción en los parámetros fisioquímicos y en la que la desinfección es nula”.
Así aparece reflejado en la documentación que Augas de Galicia ha remitido al Ayuntamiento de Cambados para poner en marcha un proyecto de reforma y modernización de la EDAR, así como de otros puntos de la red de saneamiento. La intervención está valorada en 5,2 millones de euros.
El informe de la Xunta de Galicia explica que la depuradora de Tragove fue construida en 1993 para tratar las aguas residuales procedentes de los municipios de Vilanova y Cambados. Inicialmente, fue dimensionada para una población de 24.000 personas.
Pero pronto se quedó pequeña, sobre todo en los momentos de más caudal, ya sea en épocas turísticas o durante el invierno, debido a las lluvias.
