Son muchas las calles y carreteras que, con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, se han convertido en una especie de “corredoiras”. O incluso peor, ya que las hay que están prácticamente intransitables.
Sucede en diferentes localidades de O Salnés y Ullán, donde los vecinos se afanan en reclamar a sus dirigentes que adopten soluciones urgentes, a veces con escaso éxito.
Entre las últimas incorporaciones al listado de viales destrozados se encuentra uno de la parroquia de Dimo, en Catoira. Más concretamente en el lugar de As Areas, donde el pavimento está levantado, los socavones son tan profundos como peligrosos y las piedras sueltas amenazan la integridad de peatones y automovilistas.
Aducen los vecinos que ya pusieron estos hechos en conocimiento de los dirigentes municipales, sin que les prestaran atención, y añaden que los desprendimientos de piedras llegan a afectar a la carretera provincial EP-8703, lo cual aumenta el peligro en la zona.
Al aludir a ello, los damnificados hacen constar que la situación del vial afecta igualmente a la recogida de pluviales y que el paso de camiones y tractores solo contribuye a empeorar la situación.
En definitiva, que “es necesaria una solución, antes de que se produzcan daños o accidentes de consideración”.