La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra reanudó ayer el juicio contra la presunta banda liderada por “Lucky Luciano”, un vilanovés que falleció en 2020 a los 74 años. Sin Luciano Núñez y con la ausencia de Christian Murder que se fugó en 2018, se sientan en el banquillo seis implicados en la denominada “Operación Bodeguilla”, que se saldó con la intervención de casi 500 kilos de cocaína que llegaron al puerto de Algeciras en 2016 en contenedores de fruta y de cacao, procedentes de Colombia y Brasil.

El fiscal solicita penas que oscilan entre los 10,5 y 15 años de prisión por un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud. El juicio comenzó la pasada semana, y hoy estaba previsto comenzar las declaraciones de los acusados, pero la Audiencia ha aceptado que lo hagan al final del juicio, tras practicarse las demás pruebas. Sería, por tanto, el viernes, en la recta final de la vista.

El fiscal antidroga explica que fue a finales de 2015 cuando “los procesados dieron inicio a las gestiones necesarias para establecer una vía estable de entrada de droga en España a través del puerto de Algeciras, droga que habría de entrar oculta en contenedores de mercancías lícitas, merced al sistema conocido como gancho ciego o rip-off”. Y de este modo, ya en noviembre el fallecido Luciano Núñez con otro procesado “desarrollaron una serie de contactos y gestiones con la finalidad de encontrar un miembro de la Guardia Civil que se prestara a emplear sus influencias para facilitar la salida de los envíos de droga que estaban planeando recibir de manera sucesiva”. Sus contactos en América eran de Brasil y Colombia.