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Barrantes festeja su vino con la cata y ambiente animado en la hostelería

Un momento de la cata final, celebrada en la Carballeira de Barrantes Noé Parga

Barrantes celebró ayer el día grande de la Festa do Viño Tinto do Salnés, y lo hizo con algunos de sus ingredientes más tradicionales, solo que a menor escala que otros años. Así, la Carballeira acogió a mediodía la cata final de los mejores vinos, y por la tarde el concierto de D’Vacas, al que asistieron las 300 personas que retiraron previamente su invitación.

Sin el bullicio habitual de otros años, debido a las restricciones de la pandemia, el ambiente se trasladó a los establecimientos de hostelería, donde sí hubo gente a comer y a probar el vino de este año. “Sí se ha notado que era la Festa do Tinto”, manifestó el alcalde de Ribadumia, David Castro.

El alcalde David Castro, durante la cata final. | // NOÉ PARGA

El regidor está satisfecho con el transcurso del evento y con la respuesta de los asistentes, y avanza que el Ayuntamiento insistirá en sus gestiones para que la fiesta de Barrantes sea reconocida como de Interese Turístico Galego. El Concello ya ha tramitado la consecución de ese sello, pero el hecho de que la variedad “folla redonda” sea un híbrido alegal dificulta las aspiraciones.

La fiesta termina hoy con la entrega de premios a los cosecheros que hicieron los mejores vinos -a las 12.30 horas, en un acto amenizado por Pepo Suevos-, y ya por la tarda la compañía Teatro Ghazafelhos representará la pieza teatral “Bon Appetiti”. La entrada es con reserva previa.

Polémica con el alcalde

En otro orden de cosas, la polémica salpicó ayer al alcalde, después de que se difundiese la información de que la Guardia Civil había acudido a la casa de sus suegros, donde se estaba celebrando una reunión que supuestamente incumplía las normas COVID. Somos Ribadumia ha anunciado que a lo largo del día de hoy remitirá un comunicado de prensa con su valoración política.

El regidor indicó a preguntas de FARO que, “es muy barriobajero utilizar un asunto familiar políticamente”, y que se trataba de “una reunión familiar en la que se estaban tomando todas las medidas necesarias para prevenir los contagios”.

Además, David Castro recalcó que la Guardia Civil llegó poco después de la una de la mañana, y que en ese momento los asistentes a la reunión ya estaban recogiendo para marcharse. Tanto es así que no se formalizó ninguna denuncia.

Fuentes conocedoras de la investigación manifiestan que en la reunión estaban participando dos familias, y que cuando llegaron los agentes, sobre la 1.10 horas -las reuniones de no convivientes no están permitidas entre la 1 y las 6 de la mañana- los asistentes estaban preparándose para irse.

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