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Los grovenses de más edad piden ayuda

Usuarios del programa Vellos Tempos. FdV

Hace casi tres meses se desató una agria polémica en el Concello de O Grove, cuando usuarios del programa de conciliación familiar Vellos Tempos y sus familiares denunciaron que este servicio permanecía inactivo desde que se había declarado el estado de alarma en España.

Las duras críticas vertidas entonces por usuarios y familiares, con la asociación de mujeres rurales A Lagoa al frente, recibieron respuesta del alcalde, José Antonio Cacabelos Rico, quien aseguró que la actividad seguiría cerrada hasta que se garantizara la seguridad de los participantes.

Pues bien, “ahora todo vuelve a la normalidad menos el Vellos tempos”, denuncian vecinos que quieren que se reabra “a la mayor brevedad posible”.

Vacunados

“Prometieron que se retomaría cuando mejorara la situación y aunque así ha sido y nuestros mayores incluso están ya vacunados, en el gobierno local siguen mirando para otro lado y sin dar respuesta alguna”, lamenta Rosa María Blanco, la presidenta de la asociación A Lagoa.

Tanto ella como otros familiares y/o usuarios del Vellos Tempos señalan que “no es excusa que la nueva sede prevista en Monte da Vila estuviera en obras, pues si aún no las terminaron no hace falta que utilicen ese inmueble, sino que pueden retomar el programa como se hacía antes de la pandemia, en los locales de Balea y Virxe das Mareas”.

El local de Balea sigue cerrado, a la espera de usuarios. FdV

Lo que ocurre, lamentan, es que “no se está prestando atención alguna a las personas mayores y se está menospreciando a sus familiares, que tienen enormes dificultades para conciliar la vida familiar y laboral”.

“Indecente”

Esto lleva a los denunciantes de la situación a tacharla de “indecente e inadmisible”, con la esperanza de que su reivindicación sea atendida para que los mayores de O Grove dejen de sentirse “despreciados y abandonados por sus dirigentes políticos”.

Reiterando lo que ya explicaba en marzo, A Lagoa recalca que “hay mujeres ya mayores que están cuidando en sus casas de los suyos, también mayores; lo hacen las 24 horas del día, sin ayuda alguna, por lo que ya están cansadas de soportar este desinterés y de que nadie las escuche”.

Mujeres trabajadoras

A esto añaden que “hay mujeres que trabajan y se ven obligadas a multiplicarse para atender a sus madres como buenamente pueden”.

También que “mientras nuestros hijos van de nuevo al parque, a la guardería, al colegio, al instituto o a la universidad, como nosotros vamos a nuestros trabajos, comercios y oficinas, nuestros mayores tienen que seguir en casa porque el Vellos Tempos está cerrado”.

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