Cambados cuestiona el informe del “Sin Querer Dos” por las alusiones a la actuación del patrón

El “Sin Querer Dos”, fotografiado en la víspera del naufragio.   | // IMAGEN EXTRAÍDA DEL INFORME DE LA CIAIM

El “Sin Querer Dos”, fotografiado en la víspera del naufragio. | // IMAGEN EXTRAÍDA DEL INFORME DE LA CIAIM / Anxo Martínez

El informe sobre el hundimiento del “Sin Querer Dos” ha sido cuestionado ayer en Cambados, al entender que responsabiliza en parte del siniestro al patrón, Manuel Serén, fallecido en el naufragio. “Es un informe técnico no vinculante, y discrepo de él en varios aspectos”, manifestó con rotundidad el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa. “Entiendo que no hay ningún tipo de responsabilidad por parte de la tripulación, eso está clarísimo. Lo fácil ahora es echarle la culpa a los que murieron, pero patrones con la veteranía y el buen hacer que tenía Manuel Serén hay pocos, o ninguno”, añadió Ruperto Costa.

"No hay ningún tipo de responsabilidad por parte de la tripulación, eso está clarísimo"

Ruperto Costa

— Patrón mayor de Cambados

La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) publicó esta semana el informe de la investigación sobre el trágico accidente del “Sin Querer Dos”, sucedido a mediados de diciembre de 2018, y en el que perdieron la vida cuatro hombres. La CIAIM ha llegado a la conclusión de que el cerquero volcó a consecuencia del excesivo peso de las artes de pesca que iban sobre cubierta, lo que mermó la estabilidad del buque.

La comisión, dependiente del Ministerio de Transportes, aclara al principio de su trabajo que su misión no es buscar culpables, sino extraer lecciones sobre cómo mejorar la seguridad de la navegación en el futuro. Pero a lo largo de su trabajo han hecho algunas afirmaciones que han escocido en Cambados, por sus alusiones al papel del patrón como máxima autoridad del barco cuando está en el mar.

Extractos del informe

Así, por ejemplo, se dice que Serén firmó los libros de estabilidad (al igual que hizo el armador), en los que se contempla un peso máximo de los aparejos de 7,5 toneladas, cuando la CIAIM supone que los que llevaba el barco el día del naufragio pesaban unas 20.

En el informe se dice de Manuel Serén que era uno de los mejores patrones de cuantos pescaban en el Cantábrico, y que, “los responsables de la armadora tenían total confianza en el patrón y la delegación del mando en él era total, pues estaba enrolado como patrón y mecánico, así que tenía a bordo todas las atribuciones”.

En otro párrafo se lee que, “la sobrecarga del buque y la consecuente pérdida de flotabilidad y estabilidad pudo ocurrir porque ni el patrón ni ninguna otra persona de la empresa armadora comprobaron que se respetaban los límites operacionales establecidos en el Libro de estabilidad, particularmente cuando se tomó la decisión de embarcar artes de pesca de tamaño y peso excesivos”.

Ahondando en estas argumentaciones, la CIAIM llega a sostener en un apartado que algunos de los factores “subyacentes” al accidente fueron, “un exceso de confianza en la capacidad del buque” o una “falta de conciencia de seguridad por parte del patrón”.

“El informe deja en mal lugar a la empresa armadora"

Alberto Muñoz

— Abogado de las familias de los fallecidos

Otra de las personas que ha rebatido estas afirmaciones es el abogado de las familias de los fallecidos en el siniestro, Alberto Muñoz. “El informe deja en mal lugar a la empresa armadora, que es quien dota al buque pesquero y quien tiene la obligación de dar seguridad a sus trabajadores”. Sobre el supuesto poder del patrón, el letrado plantea que, “una cosa es el hecho y otra el derecho. No es lo mismo una persona que dispone de autonomía absoluta para gestionar una embarcación que otra que depende de las decisiones de un armador”.

Alberto Muñoz también está molesto, porque entiende que se han hecho mal las cosas, al paralizarse la instrucción judicial (que se sigue en Corcubión), y confiar gran parte de las diligencias al informe de la CIAIM. “Lo único que nos da la investigación de la comisión es una orientación, una suposición de como sucedieron las cosas. Pero yo entiendo que ni siquiera se le puede dar la consideración de un informe pericial puesto que se hizo sin las garantías de un procedimiento judicial”. “Las declaraciones de los testigos que valen son las que se hacen en sede judicial”, añade.

Por ello, el abogado confía en que a partir de ahora se retome cuanto antes la instrucción en los Juzgados de Corcubión.

“Los tripulantes ya nos habíamos dado cuenta de que el aparejo nuevo era demasiado pesado”

Un superviviente del naufragio

Uno de los supervivientes del naufragio, que pidió mantenerse en el anonimato, afirmó a su vez que, “los tripulantes ya nos habíamos dado cuenta de que el aparejo nuevo era demasiado pesado”. También sale en defensa del fallecido Manuel Serén. “Nosotros sabíamos quien daba las órdenes. En el mar, las daba el patrón, pero la última palabra la tenía quien la tenía”, en alusión al propietario del barco. “La empresa debería asumir su responsabilidad, comprar el aparejo nuevo, más pesado, fue decisión suya”.

Alusiones a la empresa

Sobre el presunto exceso de peso de las artes de pesca, en el informe se dice que, “la motivación de sobrecargar con redes el buque es claramente económica, ya que redunda en un mayor volumen de capturas”. También dicen los técnicos que la casa armadora afirmó desconocer el peso total de los aparejos, “lo que es revelador de un grave desconocimiento y/o incumplimiento de los límites operacionales”.

Los redactores también afirman que la empresa, “no escatimaba en el equipamiento y mantenimiento del buque... así como en dotarlo de los mejores componentes”, y posteriormente, en el capítulo de recomendaciones de seguridad, indican al armador que, “debe revisar los procedimientos operativos de sus buques, cuidando de que se respeten los límites operacionales”. FARO intentó ayer recabar la versión del empresario, pero este declinó hacer valoraciones.

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