El colegio de A Lomba vivió ayer una jornada de experimentación gastronómica dirigida por su cocinero Rubén García Castrelo. Gracias a la empresa Slow Food, los cerca de 200 alumnos que utilizan el comedor escolar pudieron degustar unas milhojas de queso, con toffe y arándanos, de la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa.
Unas preparaciones que además fueron elaboradas por los 22 alumnos de uno de los grupos de 5º de Primaria. La actividad ha venido desarrollándose desde la semana pasada con una jornada dedicada al jarrete estofado. Además también están programadas otras que tendrán como productos de referencia el pollo ecológico, el queso San Simón da Costa o la Faba de Lourenzá. Rubén García, además de ensalzar la calidad de la elaboración, destacó el alto contenido formativo de estas jornadas para la comunidad escolar.