Laureano Oubiña sigue empeñado en mantener viva la polémica sobre la Operación Nécora con el propósito de lavar su imagen de narcotraficante tras cumplir décadas en prisión por tráfico de hachís y contrabando de tabaco, y que le llevó a publicar un libro biográfico que antes de la pandemia vendió personalmente en ferias y mercados de toda España.

La suspensión de los mercadillos por razones sanitarias le ha dejado tiempo para reinventarse y crear su propia página web en la que promociona su nueva empresa con productos marcados siempre con el mismo dardo crítico hacia la macrooperación dirigida a finales de los años ochenta por el magistrado Baltasar Garzón y el fiscal de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, cuando se le intervino su buque insignia: Pazo Baión.

Ahora el narcotraficante anuncia en su web “Nécora.gal” la tercera edición de su primer libro y asegura que ya ha concluido la segunda parte de su biografía que completa el trabajo “Toda la verdad, ahora es mi turno”. Pero a la vez se convierte en protagonista del anuncio de su nueva empresa de “merchandising” con zapatillas, camisetas, polos y sudaderas, todas ellas con una nécora roja como logo y señal de identidad o marca.

La entrevista a la que se somete no tiene desperdicio pues empieza ya mostrando unos botines blancos de deporte con el emblema aludido que promociona diciendo: “Con estas zapatillas de alta velocidad, ni Garzón ni Zaragoza me hubieran cogido en casa”.

Y a continuación muestra un polo con "inspiración náutica total” o camisetas “con mucho flow” o una sudadera “rosita” que se viste y anuncia a precios reducidos.

El video no tiene desperdicio pues nada tiene que ver con el hombre que lideró uno de los clanes más controvertidos de la ría de Arousa y que sigue luchando por mantener sus anteriores posesiones aunque todavía no ha revelado en qué “vigha” escondía el dinero.