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Laura Varela | Directora del curso de autodefensa digital de Meaño

"El acoso sexual en la red es mucho más grave, dura las 24 horas del día y los siete días de la semana

Laura Varela imparte el curso de autodefensa digital que se desarrolla en Meaño.

Una veintena de meañesas participa en el curso “Desarrollo personal y autodefensa digital”, iniciativa del Concello que se está celebrando esta semana y financia el Ministerio de Igualdad, a través del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, y la Secretaría de Estado. La coruñesa Laura Varela, graduada en Relaciones Laborales y técnica de Igualdad.

–¿Cómo se compartimenta el curso y a qué tramos de edad se dirige?

–Son seis horas, en tres sesiones, con una veintena de mujeres de 16 a 60 años. En estos cursos es habitual la presencia de madres preocupadas por la relación de sus hijos a través de las redes. En la primera sesión se trabaja el autoconocimiento y la gestión emocional, encaminados a contribuir a subir la autoestima de la mujer, porque los estereotipos creados, el cuidar de los demás antes que de nosotras mismas, ha hecho que nuestra autoestima esté más baja, y sea fuente de inseguridad y de desigualdad con los hombres. Cuidar a los demás es un rol que incluso reconocen más las cursillistas del rural, caso de Meaño. Luego, trabajamos la prevención de la violencia a través de la red, y darles herramientas para combatir esa amenaza.

– ¿Cuáles son las formas de violencia latentes que más recibe la mujer por la red?

– Hablamos de dos tipos de violencia. Una es la que recibimos de la gente más cercana, inclusive de la pareja, y que se manifiesta a través del control: saber dónde estás, si estás conectada o no, conocer las claves de acceso al correo, a las redes…, bajo el pretexto de que el amor es compartir. Pero eso no es amor, sino un control que se torna obsesivo. El otro tipo de violencia son las extorsiones, lo más habitual, fruto de haber compartido por la red fotos o vídeos de contenido sexual explícito y personal. Primero se comparte en confianza, pero al cabo, cuando se separa la pareja, puede volverse en contra, llega el chantaje emocional y la extorsión, algo más frecuente sobre todo en la adolescencia. Cuando visitamos institutos con estos cursos, siempre nos encontramos dos o tres casos en cada centro.

Cuando visitamos institutos con estos cursos, siempre nos encontramos dos o tres casos de extorsión sexual en la red.

Laura Varela - Experta en Igualdad

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– ¿Es la adolescencia la etapa más expuesta a sufrir la mujer violencia digital?

–Sí, porque los adolescentes sienten ausencia de peligro en la red. Por esta razón son más proclives a compartir material, sin ser conscientes de los riesgos que entraña. Y es que esta generación de adolescentes ya nació con las redes, lo tienen muy normalizado: normalizan el uso, los roles de género, los riesgos… No se paran a sopesar las consecuencias presentes o futuras.

A salvo, al llegar a casa

–¿Puede ser la violencia digital tan dañina como la presencial?

– Tanto o más. El adolescente que sufre un acoso en el instituto, cuando llega a casa puede sentirse por un momento a salvo. En cambio, en la red el acoso dura 24 horas al día, los 7 días de la semana, sin entender de vacaciones.

–¿Cuál es el consejo que daría a una mujer acosada en la red?

–Lo primero, hacer pantallazos de todo para tener las pruebas. Luego, bloquear al violento, o la estrategia de salir de las redes por un tiempo. A la par, buscar apoyos, y si el que lo sufre es menor, buscar ese apoyo en los padres. Y el último paso sería cursar la denuncia, porque las leyes ahora ya te amparan.

–¿Cuál es el error más habitual que se comete por la red?

– La impulsividad, no pararse a calibrar los riesgos de los comentarios que compartimos. En la red, además de muy expuestos, todo está hipersexualizado, máxime cuando, como en Instagram todo es imagen. Y con la imagen cada uno lo único que busca es agradar a los demás, obtener más likes, como sinónimo de éxito. Esto se traduce en asumir roles de género preconcebidos, que se evidencian más en la adolescencia: ellas son más dadas a exhibirse, con fotos más sexualizadas; ellos, a hacer alarde de masculinidad. Cada vez son más precoces al postureo, con esos roles de género en vez del rol de persona.

– ¿Es cada vez más precoz la edad a la que se accede a la violencia digital?

– Sí, y también engancharse a través del móvil. Y es que a golpe de dos clicks tienen acceso a pornografía, que además en el 98% lleva consigo implícita una violencia de género que sufre la mujer.

“Un padre nunca debe regalar un teléfono móvil a su hijo antes de que cumpla los 14 años”


–¿Cuál sería el consejo que daría a los padres cuando están sopesando comprar un teléfono a su hija o hijo?

– En la medida en que crezca en edad, cuanto más tarde se lo compren, mejor, pero no antes de los 14 años. Y una vez comprado, no es regalarlo sin más, sino que el adolescente debe estar acompañado en los inicios de su relación con el móvil. Lo primero, hablar con los hijos del uso, de los riesgos, normalizando las conversaciones sobre el tema. Añadido, poner unos límites, unas normas de uso en familia, que deben cumplir tanto hijos como padres. Y, en esos inicios con el móvil, recurrir a una aplicación de control parental.

– ¿Cómo detectar si una hija o hijo está siendo víctima de una violencia digital?

–Hablar mucho, pero desde muy antes de que ocurra, y hacerlo de manera franca y abierta. Si algo sucede, el adolescente, muchas veces se calla, no le gusta hablar, porque puede suele sentir culpable por sufrirlo. Luego, llegan cambios de humor, pueden dejar de comer, aislarse, pasan mucho tiempo en la habitación… Son síntomas a los que cabe estar alerta. Para los padres que quieran orientarse sobre este mundo, recomiendo hacerlo en la red a través de “pantalla amigas”, una página de consejos muy prácticos, y vídeos didácticos para hablar con los hijos y gestionar el momento.

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