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El personal de Jealsa coge vacaciones forzosas mientras se evalúan los daños

Naves completamente devastadas por el incendio, todavía humeantes. | // IÑAKI ABELLA

La Axencia Galega de Emerxencias (Axega) dio finalmente por extinguido el incendio de Jealsa a media tarde de ayer. Ha sido 48 horas después de que se declarase un fuego que ha causado daños considerables en las instalaciones que la empresa tiene en Boiro. Mientras, no dejan de llegar las muestras de apoyo y solidaridad con la firma. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, realizó una visita a Jealsa para interesarse por el alcance de los daños y los planes de reconstrucción de la empresa. Por su parte, la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco-Cecopesca), emitió un comunicado en el que solicitó ayudas públicas y privadas para reflotar Jealsa.

La organización subraya la importancia socioeconómica de la fábrica de O Bodión, destacando que es una de las más avanzadas del mundo en producción de conservas de atún, y que da empleo a 1.606 personas directamente. Por ello, Anfaco agradece la rápida intervención de los servicios de emergencias el sábado, al defender “una actividad esencial”.

La patronal también extiende su reconocimiento a la Xunta de Galicia, “por su rápida actuación e implicación”. Anfaco-Cecopesca aprovecha en su comunicado para solicitar a las administraciones la puesta a disposición inmediata y ágil de medidas público-privadas de apoyo a la recuperación de Jealsa, defendiendo la reindustrialización como palanca de competitividad.

Vacaciones

El incendio no afectó al “corazón” de la factoría, como son las naves de fabricación de las conservas y las oficinas. Pero calcinó unos 11.000 metros cuadrados de instalaciones de frío, por lo que aunque Jealsa podrá volver al trabajo más pronto que tarde, no podrá hacerlo con carácter inmediato.

Por ello, la empresa se ha reunido con los representantes de los trabajadores, y les ha planteado la posibilidad de que estos se cojan ahora dos semanas de vacaciones remuneradas, mientras la empresa realiza una evaluación exhaustiva de los daños y, en función de estos, decide los siguientes pasos a dar.

En un primer momento, la intención de la familia Alonso era la de trasladar la actividad industrial a otras dependencias del grupo -incluida la planta de Escurís-, pero aunque se lleve a cabo este traslado temporal, sería imposible reubicar a la totalidad de la plantilla que estaba trabajando en O Bodión. Por ello, se ha optado por la fórmula de las vacaciones, de modo que los trabajadores no verán mermado su poder adquisitivo pese al parón obligatorio por el incendio.

Los bomberos, vigilantes

Los servicios de emergencias han dado por extinguido el incendio, pero esto no significa que vayan a retirarse de forma definitiva e inmediata. De hecho, desde Axega se aclara que los profesionales seguirán muy pendientes de la planta, por si se produjesen rebrotes del fuego. Asimismo, estarán vigilantes cuando se lleven a cabo las tareas de desescombro, puesto que muchas estructuras han quedado tan dañadas que derribarlas puede suponer un riesgo.

El siniestro empezó sobre las 14.30 horas del sábado en el área de congelados. Había trabajadores en ese momento dentro de la planta, pero lograron ponerse a salvo sin sufrir daños personales. Las llamas se propagaron a toda velocidad, y generaron una humareda negra que era perfectamente visible a muchos kilómetros de distancia.

Durante varias horas, los equipos de emergencias desplazados desde varios puntos de Galicia -incluidos municipios de O Salnés- se afanaron en evitar que el fuego alcanzase dos áreas críticas, como eran una donde había varios tanques de amoníaco, así como las naves dedicadas a la fabricación de las latas. Ambas se salvaron del incendio sobre las 20.00 horas del mismo sábado.

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