Hoy entra en vigor el decreto que fija la velocidad máxima en la mayoría de calles de centros urbanos en 30 kilómetros por hora, frente a los 50 anteriores. Pero numerosos concellos de O Salnés llegan a la fecha sin los deberes hechos. Y es que los vecinos encontrarán en numerosas calles señalización ya obsoleta, tanto vertical como horizontal. Una situación que podría invalidar las eventuales sanciones que se impongan desde hoy por superar los 30 kilómetros por hora.
O Grove y Vilanova son dos de los municipios donde tienen calles con la velocidad máxima de 50 kilómetros por hora -la genérica hasta ayer en este tipo de viales-, y que se verán obligados a cambiar la señalización o eliminar la obsoleta. No obstante, también tendrán que renovarla en localidades que ya tienen implantada la “zona 30” desde hace tiempo.
Es el caso de Vilagarcía, pues el límite de 30 kilómetros por hora ya se aplica en la totalidad del casco urbano desde 2017. No obstante, desde hoy se va a rebajar también la velocidad en numerosos tramos de viales municipales que discurren por el rural. En estos, aún hay señales de 50 kilómetros por hora, pero el Ayuntamiento las actualizará a lo largo de esta semana, una vez le lleguen el centenar de pegatinas que encargó para adaptar y aprovechar las ya existentes.
Hasta ahora, la velocidad genérica en casco urbano era de 50 kilómetros por hora, pero se va a rebajar a 30 en el caso de los viales de sentido único o con un único carril por sentido de circulación. Asimismo, en las calles en las que la plataforma de la calzada y de las aceras está al mismo nivel, la velocidad máxima se reduce de 40 kilómetros por hora a 20.
Los nuevos límites pasan a ser los genéricos de ese tipo de vías. Eso supone que la Policía Local podrá multar los excesos aunque no esté colocada la nueva señalización, puesto que los ciudadanos tienen el deber de conocer la norma. No obstante, si se mantienen las señales de 50, las sanciones podrían quedar invalidadas, tal y como reconocen mandos de las policías locales arousanas. Por ello, es muy probable que estos primeros días sean todavía de transición.
Zona 30
Hay municipios que ya aplican la “zona 30” desde hace años. A Illa rebajó el límite a 30 kilómetros por hora a finales de la década de los 2000, después de la creación de los badenes en la avenida da Ponte. El concejal de Seguridad Ciudadana, Luis Arosa, afirma que la siniestralidad vial se redujo mucho desde entonces, aunque lo atribuye sobre todo a los badenes.
Asimismo, anuncia que en los próximos días se va a pintar señalización horizontal de limitación en el entorno de O Regueiro, donde no se podrá circular a más de 40 kilómetros por hora.
El concejal de Seguridad Ciudadana de Cambados, Constantino Cordal, está convencido de que la reducción de velocidad en los cascos urbanos, “es una dinámica ya irreversible”.
"Los accidentes se reducen de forma drástica, así como la gravedad de los mismos. Los espacios urbanos deben ser prioritariamente para los peatones”
“Las zonas 30 forman parte de una filosofía de urbanismo y movilidad -opina.- Los accidentes se reducen de forma drástica, así como la gravedad de los mismos. Los espacios urbanos deben ser prioritariamente para los peatones”.
Pontecesures es otro de los municipios donde la velocidad máxima ya es de 30 kilómetros por hora desde hace tiempo.
Entre los que tienen que adaptarse al nuevo decreto se encuentran O Grove y Vilanova. El alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, plantea que se va a revisar la velocidad en todos los viales, de modo que dentro de casco urbano se rebaje la actual. Eso sí, avanza que se mantendrá el actual umbral de 50 kilómetros por hora en avenidas de más tránsito y menos pobladas, como Teniente Domínguez, Avenida do Conde, Xoán XXIII o la Avenida de Portugal.
“Rebajar la velocidad es bueno, puesto que se gana en seguridad vial”
Finalmente, en Vilanova pasarán a ser de 30 kilómetros por hora como máximo arterias centrales, como González Besada, Agustín Jambrina o Juan Carlos I. El inspector jefe accidental de la Policía Local, José Luis Maqueira también está de acuerdo con bajar la marcha de los vehículos en poblado. “Es bueno, puesto que se gana en seguridad vial”. Eso sí, también admite que puede ser excesivo aplicarlo a discreción, por lo que se ha pedido un informe a la arquitecta para delimitar de forma adecuada el casco urbano, pues actualmente iría desde O Esteiro hasta As Sinas.
El Concello de Vilagarcía ha solicitado más de un centenar de pegatinas de limitación de 30 y 20 kilómetros por hora, para actualizar las señales ya existentes. En Vilagarcía se han peatonalizado o semipeatonalizado muchas calles en los últimos años, y pasarán a ser de 20 kilómetros por hora, la mitad que hasta ayer.
